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¿Qué le pasa al alfarismo?

¿Qué está pasando alrededor de Enrique Alfaro Ramírez que, al parecer, las cosas no le están saliendo como esperaba en el arranque de su precampaña por la gubernatura? Son varias las señales del alfarismo ya advertidas que podemos enumerar:

1. Condiciona al candidato presidencial panista, Ricardo Anaya, a que obligue al panismo jalisciense a firmar una alianza con su partido Movimiento Ciudadano y lo que queda del PRD en municipios y distritos electorales, a cambio de no abandonar la coalición nacional De Frente por México.

2. De manera intempestiva, sin razón alguna, el lunes pasado sube a sus redes sociales un video casero para hablar de un tema que por el momento se encuentra congelado y del que no se había hablado después de la marcha de protesta de noviembre pasado: la escultura Sincretismo, para dar sus razones y argumentos del porqué de la obra y qué había detrás de ella, recurriendo a engaños y medias verdades.

3. Distorsiona los hechos sucedidos en la carretera a Jalostotilán al denunciar que dos unidades de la Fuerza Única los detuvieron y los elementos de seguridad los encañonaron con lo que se pudo provocar una tragedia, cuando su propio jefe de prensa de la precampaña declaró a un diario local que cuando los uniformados supieron quién iba en ese convoy, bajaron las armas y los dejaron ir. El gobernador Aristóteles Sandoval y la fiscalía aclararon que fue una revisión de rutina y con el protocolo establecido para ello a un convoy en el que iba una camioneta con vidrios polarizados y sin placas.

Estos son solamente tres hechos sucedidos en tan poco tiempo que para no pocos demuestran que las condiciones no le son del todo favorables a Alfaro Ramírez en este inicio de su precampaña y que seguramente provocaron preocupación dentro del equipo y al candidato mismo.

Pero no sólo eso. Reportan que sus reuniones en las plazas públicas han sido muy desairadas, con poca concurrencia –contra lo que se esperaba-, como sucedió, por ejemplo, en Chapala donde se asegura acudieron alrededor de 500 personas, muchas de ellas provenientes de Jocotepec y Zapotlanejo.

O el que se haya obligado a posponer algunos encuentros como el que estaba programado para realizarse en Autlán, supuestamente “por motivos de agenda”. La pregunta es: ¿que su agenda no es precisamente ésa: hacer precampaña? Cuentan que la verdad detrás de esta cancelación es que no hubo la respuesta esperada de los ciudadanos, que no sabemos si son militantes o no del partido Movimiento Ciudadano, pues estos encuentros se llevan a cabo en plena plaza pública donde no hay control ni certeza de la militancia de los asistentes.

El que haya rechazado ir por la gubernatura en alianza con el PAN y PRD y presionar por debajo de la mesa para que se construyera la coalición en municipios y distritos, le repercute negativamente al abanderado naranja, pues su infraestructura es insuficiente para lucir sus eventos, mientras que si la alianza es para alcaldías y diputaciones ni los panistas ni los perredistas harán acto de presencia en actos del candidato a la gubernatura que los menospreció.

Es muy temprano para que el alfarismo se ponga nervioso y preocupado porque las cosas no le resultan como esperaba, lo que demuestra también que la figura de su candidato está desgastada y que las decisiones que tomó en Guadalajara repercuten en otros municipios, como es el caso de la obra Sincretismo de la que seguramente lo cuestionaron en sus recientes giras, pues de otra manera no se entiende por qué salió intempestivamente a hablar del tema.

Vamos, ni el banquito –que ha sido tema de sus discursos– ha generado interés. Y queda evidenciado también que la popularidad de la tonadita “na-na-na-na-na…”, no repercute hacia el candidato a la gubernatura.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I