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Escribir entre las fronteras

Camino. Tras dejar la poesía, el autor nacido en Nayarit admite que estar en la narrativa es para él una conquista de logros. (Foto: Especial)

Rafael Villegas acaba de publicar su primera novela, Animal verdadero (Ediciones B, 2017), una historia que aborda entre otros temas la migración, el conflicto de identidades en las zonas fronterizas, el crimen y la desolación de un joven adolescente.

En entrevista contó que no sabía que quería hablar de todos estos temas cuando nació la novela y que por el contrario quería explorar qué ocurre cuando una persona tiene que convivir con sus propios fantasmas, con su propia maldad.

Al andar entre las fronteras de la poesía y el cuento primero, y ahora entre el cuento y la novela, el escritor prefiere las historias que no hablan de él mismo, sino que le permiten acercarse a los otros.

NTR. ¿Cómo nació tu amor por la escritura?

Rafael Villegas (RV). No crecí entre libros, como la mayoría de los escritores cuentan en sus historias. Mi educación fue muy mala. En Tepic, donde nací, en la primaria y la secundaria no tuvimos al alcance muchos libros, apenas unos estantes, pero ya en la preparatoria había una biblioteca en la Casa del Jubilado, que visité por primera vez cuando abrieron un concurso de literatura en el que quería participar, fui a la biblioteca y pedí como si fueran tacos: me da un libro de cuentos y uno de poseía, como los géneros del concurso y entonces me dieron un libro de Amado Nervo, por supuesto, y uno de Juan José Arreola. Era muy ingenuo, tenía 17, incluso creo que copié muchas cosas, plagio, lo hice con una ingenuidad total. Gané el concurso de poesía y la maestra me pidió que nunca volviera a escribir un cuento.

NTR. ¿Por eso decidiste seguir escribiendo poesía?

RV. Creo que me creí que era malo, hice poesía los siguientes 10 años y me fue bien, se publicaron algunos libros que ganaron premios: de manera muy inesperada empecé a escribir. Con el tiempo he pensado que hubiera sido mejor empezar a los 30 como hacen muchos, para no tener que avergonzarme de esos pequeños libritos de juventud, pero es lo que nació en ese momento. Luego tuve que sincerarme y darme cuenta de que la mayor parte de mis lecturas eran de narrativa, novela y cuento. Leía poca poesía y me parecía muy poco honesto escribir poesía cuando no era un gran lector de poesía. Empecé a girar a la narrativa y me costó mucho quitarme el trauma de la maestra, pero también por el asunto de contar algo.

NTR. ¿Así dejaste la poesía?

RV. Quería contar cosas, crear personajes, me costó mucho, pero ya tengo muchos años que no escribo poemas y ya no lo necesito, quizá fui honesto porque no era lo mío aunque me fuera bien. Eso creo que es importante. Ser siempre honesto. Ahora todo lo que escribo es narrativo.

NTR. ¿Cómo fue el momento de quiebre en que elegiste escribir, digamos, de manera seria?

RV. Hubo un momento que tuvo que ver con la publicación de mi primer libro de cuentos, que ahora lo digo francamente, no me gustó. Lo hice muy a prisa, es un libro que salió con el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes (CECA), por lo que la edición no fue cuidada. Ahora saqué una nueva edición más cuidada disponible a Internet. Entré en un hoyo en el que no quería escribir nada, que nadie se enterara del libro. Pero vino otro libro que me sacó de eso, Juan Peregrino no salvó al mundo, publicado por Paraíso Perdido, fue un reajuste de muchas cosas. Recuperarme de ese proceso y encontrar algo muy cercano a lo que me apasiona que es la fantasía.

NTR. ¿Te fue difícil pasar a la novela?

RV. Me di cuenta en un momento que en todos los cuentos que hacía intentaba entrelazarlos, relacionarnos en un mismo universo. Así está conformado Apócrifa, el más reciente libro que publiqué con Paraíso Perdido. Siempre estoy en el largo aliento, pasar a la novela no me pareció complicado en cuanto a forma, toda la estructura y acompañar al personaje, estar cercano a la disgregación con los hilos divididos, fue algo nuevo, pero fue algo así.

NTR. ¿Cómo eliges o cómo te eligen los temas de los que escribes?

RV. Tengo varias ideas de libro todo el tiempo. Cuatro ideas que cuesta trabajo echar a andar, luego pasa el tiempo y otras no te interesan, en esta novela (Animal verdadero) se dio la unión de algo fortuito y las obsesiones, me encontré con la historia en un momento en el que tenía muchas ganas de escribir una novela, fue una vez que me quedé en un camión en la carretera de camino a Guadalajara, las historias se empezaron a entrelazar por ese azar y luego fui hilando todos los temas que me obsesionan. Pero tiene que agarrarte listo, tiene que agarrarte haciendo lecturas, escribiendo mucho, si estás trabajando todo el tiempo con las historias, leyendo.

NTR. ¿Qué te inspiró y qué te inspira en esta historia?

RV. Trabajar en las fronteras. Entre lo real y la ficción. Hablar de lo lejano y de lo otro. No escribir de lo que sabes, es obvio que cuando escribes va a salir lo que sabes, lo que eres, eso va a pasar de todos modos, pero si escribes solamente de lo que sabes todos estaríamos escribiendo autoficción, Lovecraft no habría existido.

“Escribir de lo que no sabes obliga a tu imaginación a que se expanda y a que tu empatía también se acerque a eso que no conoces”
Rafael Villegas, escritor

FV/I