El Rebaño y Tuzos, relaciones riesgosas

La política de jugar exclusivamente con mexicanos le ha redituado a Chivas en una enorme popularidad en México y parte de Estados Unidos. Pero también le ha generado problemas al momento de contratar elementos de fuera cuando lo que produce en sus fuerzas básicas no le alcanza para sus exigencias de equipo grande.

Por años se ha escuchado la frase de que “a Chivas le venden todo más caro”, ya sea con la Asociación Civil, como directiva, la Promotora Deportiva, y desde 2002 con Jorge Vergara.

Por tal razón, aparte de apostar al proyecto a largo plazo de abastecerse de jugadores canteranos para obtener resultados exitosos a corto plazo, ha recurrido a una alianza amigable con el Grupo Pachuca, en el que también está incluido León.

De esta forma, Chivas y los dos equipos propiedad de la familia Martínez se intercambian jugadores, pero no siempre la fórmula ha funcionado.

Desde 2004 iniciaron las transferencias entre las que han destacado para el Guadalajara, algunas por costosas pero sin beneficio deportivo como Carlos Gullit Peña, y otras por su buen rendimiento como Adolfo Bautista, Rodolfo Cota, José Juan Vázquez, Edwin Hernández y Rodolfo Pizarro; y otros que pasaron inadvertidos fueron Marco Bueno, Néstor Vidrio y Julio La Momia Gómez.

Chivas por su parte cedió a Arturo Ledesma, Dionicio Escalante, Edgar Mejía, Alberto Medina, Jonny Magallón, Miguel Sabah, Omar Esparza, Víctor Guzmán, Raúl Dedos López, Antonio Rodríguez y Francisco Flores.

El caso más cuestionable para Chivas fue entregar a Guzmán, quien se ha consolidado como buen goleador en Tuzos a cambio de extender el préstamo de Cota y la compra definitiva de Pizarro.



 

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