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Un reino de música y clásicos


La temperatura estaba a 33 grados, pero la gente ya sabía que el Sol iba a pegar duro, así que ataviados con sombreros, gorras, mucho bloqueador y diminutivos shorts, se dispusieron a gozar del Roxy Fest en su segunda edición en la Terraza Vallarta (Calzada Nueva 47).

El eslogan lo decía todo: un show para chavorrucos, y lo cumplieron.

Pasando el tráfico que se armó en la entrada al lugar, por avenida Vallarta, cuando la gente ya estaba en el festival, comenzó la gozadera.

Desde las 13 horas, la gente comenzó a llegar en familia. Los niños corrían a la zona especial para ellos, sus papás buscaron bebidas, comida, y muchos se resguardaron en las cómodas sombras que ofrecía la Zona VIP.

Cada persona que ingresaba se fue esparciendo hacia la zona que mejor le acomodaba, o de plano, a hacer fila para estar lo más cerca de sus artistas.

Icari fue el primer proyecto en subir al escenario, ofreciendo un show con visuales y nueva música que el público recibió con agrado. Después subió la legendaria banda La Unión, recordando los temas que en los 90 los hicieron una propuesta importante en la escena del rock en español.

Aunque los dos escenarios principales estaban uno al lado del otro, para la comodidad del público, más lejos estaba el escenario Converse, donde hubo bandas que van iniciando, pero que en futuros festivales serán de las más destacadas,

Entre esas bandas emergentes, una de rock conformada por puras mujeres regias, causó sensación: The Warning, pues tienen presencia, buena música y ejecutan muy bien en vivo.

En el escenario Daniels Stage, el ambiente subió y el bailazo se armó con Jonaz, quien combinó diferentes géneros y sobre todo una especia de sonidero que agradó a quienes, incluso, nunca lo habían visto.

Después fue el turno del jazz con Antonio Sánchez, quien saltó a la fama al tocar la música de la película Birdman y que ahora venía con su banda Migration; la improvisación fue una gran arma y pudo demostrar por qué es considerado uno de los bateristas más virtuosos de México.

Antes de la llegada de los estelares, el público gozó a otras propuestas como Cuarteto de Nos, Peter Murphy, Sublime With Rome y La Toma.

Una zona que cada vez toma más fama es la gourmet, donde se contó con los platillos de los chefs Tomás Bermúdez, Antonio de Livier, Nico Mejía, Paco Ruano y Fabián Delgado. Ahí, por 150 pesos, el público recibió un platillo diseñado para el festival.

Y, aunque hubo momentos de filas largas, la gente disfrutó de los platillos, y también de la zona de comida menos elaborada, donde las pizzas, los hot dogs, los helados y toda la comida se disfrutó, en especial las cervezas que calmaban un poco el calor del público.

La banda Erasure regresó el tiempo y los años 80 volvieron a sonar con clásicos como A little respect donde, además su extravagancia y sus frases en español, terminaron de enamorar al público.

God Save The Queen conquistó al público por su gran parecido a la legendaria banda, pues el homenaje no sólo se da con el parecido del cantante a Freddie Mercury, sino que la ejecución de cada tema es impecable en clásicos como Bohemian Rhapsody.

Antes de que Franz Ferdinand saliera a escena, Ugo Rodríguez subió al escenario para hacer un homenaje a José José con canciones como El Triste, y dijo que lo grabarán para mandármelo al cantante, quien se recupera en Estados Unidos.

Los niños, de lujo

Sin duda, cada vez es más popular la zona infantil Roxy Kids, donde los niños viven entre juegos su primera experiencia en un festival musical.

Así que les prepararon juegos, deportes extremos, gimnasia, clases de hip hop y rapel.

En la parte musical tuvieron a School of Rock, con niños de 12 a 14 años tocando en vivo música de bandas clásicas del rock, y además de la presencia de San Juan Project, que brindó una clase de instrumentos musicales; el grupo también tocó los temas de sus dos discos, y los niños no dudaron en bailar.

Con éxitos como "Walk Away", Franz Ferdinand detonó la locura entre sus fans en el Roxy Fest, que anoche reunió a 19 mil personas con la música de 22 bandas, donde Franz Ferdinand y LCD Soundsystem eran los más esperados.

 

FV/I