El ex piloto de Joaquín Guzmán Loera, Miguel Ángel Martínez Martínez, detalló los lujos que adquirió el capo sinaloense tras sus primeros años exitosos en el mundo del narcotráfico.

En su segundo día como testigo, El Gordo detalló que El Chapo ganó prestigio como el más veloz en el tráfico de cocaína colombiana hasta Estados Unidos. Era tanta la carga que transportaba que el capo sinaloense comenzó a darse una vida de lujos.

“Cuando lo conocí no tenía jet. En los noventa ya tenía cuatro. No se quedaba ahí, también tenía casas en todas las playas y ranchos en todos los estados”.

Entre los lujos que se permitió El Chapo está una mansión en Acapulco con valor de 10 millones de dólares, con un yate llamado Chapito, junto con un rancho en Guadalajara con un zoológico con tigres, leones, panteras y venados.

El Chapo viajó por todo el mundo y mantuvo a cinco mujeres a la vez, llegando a operarse para “rejuvenecerse” en Suiza, por vanidad, detalló su ex colaborador.

Además de gastos personales, el sinaloense regalaba detalles caros a sus subordinados. Una navidad compró 50 coches de alta gama para sus empleados y a El Gordo le regaló un Rolex con brillantes, finalizó el testigo.

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