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Se dan gusto

(Foto: Imago7)

En el partido de México ante Cuba sucedió simplemente lo más lógico. Un triunfo mexicano por goleada de 7-0.

El resultado por un amplio marcador era más que predecible ante un equipo que no contaba con sus uniformes a 12 horas del debut en Copa Oro en el Estadio Rose Bowl, de Pasadena.

El Tri, el menos culpable de las condiciones de inferioridad de su rival, jugó sin mucho esfuerzo, y así le alcanzó para pasar por encima y comenzar de manera triunfal para ilusionar a su afición.

Con un factor extra cancha que no dejaba de ser un distractor sobre sus carencias futbolísticas, el equipo dirigido por Idelberto Medero no podía más que cumplir con el compromiso de presentarse a jugar.

Apenas a los dos minutos del inicio del partido, comenzó la fiesta mexicana. Jesús Gallardo llegó sin mucha dificultad para enviar servicio al área por el sector izquierdo, el balón pasó de largo para los defensas, Raúl Jiménez conectó mal y así el esférico se estrelló en la base del poste, y en el rebote Uriel Antuna llegó puntual a la cita para empujar y escribir el 1-0.

Cuando todo indicaba que se desencadenaría la tormenta de goles ante una selección cubana que no ofrecía resistencia y sí un exceso de facilidades con espacios impresionantes el segundo tanto se demoró por la obstinación del equipo en hacer lucir al delantero Raúl Jiménez, quien a su vez se dejó atrapar por la ansiedad y dejó escapar varias oportunidades.

Ante la inoperancia de los jugadores de Cuba para elaborar una jugada desde el fondo de su territorio su única apuesta era el despeje largo y por consecuencia terminaba perdiendo en el balón dividido.

Fue hasta el 31´ cuando Jiménez finalmente pudo definir en una jugada que tejieron Diego Reyes y Andrés Guardado para que el delantero del Wolverhampton de Inglaterra disparara a las redes y firmar el 2-0.

Cuba se resquebrajó y ya no supo cómo contener el vendaval. Al 38´ en un tiro de esquina Jiménez tocó al centro, el portero rechazó mal y Reyes empujó para el 3-0.

Al 43´, Jiménez envió servicio por derecha, y de nuevo Antuna cerró para el 4-0.

En el segundo tiempo, Cuba no varió en su propuesta, siguió atrás, y llegó el 5-0 al 65 en un gol de Jiménez que contó con la complicidad del guardameta que no supo cómo achicar y regaló su lado izquierdo para permitir el acceso del balón a sus redes.

Lejos de conformarse, el Tri no tuvo piedad, y al ingresar Alexis Vega por Jiménez, aprovechó el regalo que le puso Antuna para tocar suave ante la portería descubierta y marcar el 6-0 al 74´.

Con Cuba ya rendido, de nuevo Antuna aprovechó otro mal rechace del portero para cruzar su disparo y colocar el humillante 7-0 al 80´.

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