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La sucesión de Lomelí y la 4T

A finales de la semana pasada los demonios se soltaron en torno a quién será el nuevo coordinador de los programas sociales del gobierno federal que sustituya de manera definitiva a Carlos Lomelí Bolaños, no obstante que hoy el abogado Juan Soltero está a cargo del despacho.

Nombres fueron y vinieron, promotores de unos y otros los mencionaron ya fuera en textos o en videos a través de sus redes sociales, algunos descalificaron a otros, y más de uno se autopromocionó como candidato, pero ninguno de los aspirantes salió a dar la cara. Todo lo hicieron a través de mensajeros. Sin embargo, dejaron su huella y eso les hizo perder seriedad a algunos, pero otros lo único que provocaron fue risa y una que otra burla en las propias redes o en algunos chats.

Pero un detalle que prácticamente ignoraron los aspirantes y sus promotores -así como algunos colegas que dieron rienda suelta a cuanto nombre les llegaba o leían en redes sociales-, y que sin duda será determinante para definir quién será el nuevo súperdelegado en Jalisco es: el proyecto de la cuarta transformación. Quien llegue a la coordinación no será sólo porque es cercano a López Obrador o a cualquiera de sus colaboradores o porque cuenta con palancas que intercedan por él, sino que será alguien que conozca, entienda y sea capaz de replicar el proyecto lópezobradorista desde el cargo que le será encomendado.

¿Quién de todos los mencionados durante el fin de semana cubre este perfil? Porque no basta con que haya sido candidato a algún cargo de elección popular por Morena, independientemente de si ganó o no; no es suficiente que se haya confesado lópezobradorista; y mucho menos basta ser amigo del presidente como para creer que entiende y transpira la cuarta transformación.

Tampoco el nombre del nuevo súperdelegado dependerá que el susodicho tenga una buena relación con el gobernador Enrique Alfaro porque hasta ahora nadie ha comprobado o confirmado que López Obrador tenga interés en llevar una relación inmejorable con quien tiempo atrás fue su aliado y luego calificó de estar detrás de la politiquería en contra de Lomelí Bolaños, aunque hoy mantengan una relación estrictamente institucional.

Hasta hoy, los nombres que se han ventilado en la tómbola mediática tienen que ver más con amistades, relaciones y palancas de los aspirantes que con lo que considero es el tema de fondo: la cuarta transformación, reitero. Pero tampoco se trata únicamente de entregar, dar y regalar recursos económicos, sino de que en esta acción los beneficiarios, propios y extraños, entiendan que se trata de una política pública con el sello del presidente Andrés Manuel López Obrador. Esa sería la gran diferencia que se buscará marcar ahora, tras la salida de Carlos Lomelí, y hasta ahora en ninguno de los mencionados como aspirantes advierto eso, aunque haya por ahí uno o dos, no más, que pudieran estar cerca de este perfil.

No sería difícil, incluso, pronosticar que entre los promocionados o autopromocionados no está el sucesor de Lomelí Bolaños, pues hay otros nombres y hombres que encajan más en el perfil que requiere el proyecto lópezobradorista y que han guardado un bajo perfil,  sabedores de aquella consigna fidelista de que “el que se mueve no sale en la foto”, pero también porque quizás ni ellos mismos saben si están o no en el listado presidencial.

En la mayoría de los estados los súperdelegados son ex candidatos a la gubernatura, pero Jalisco podría ser la primera entidad donde tras un cambio obligado se ubique en estos espacios a los perfiles que realmente entiendan qué es la cuarta transformación.

Se asegura que la decisión se tomará en esta semana, quizás entre hoy y mañana, y que el anuncio posiblemente lo escuchemos en una de las mañaneras de López Obrador. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

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JJ/I