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El PAN noquea a Alfaro

El jueves 8, dos días después de la detención de Antonio Gloria Morales, secretario de Educación en el gobierno de Emilio González Márquez hoy ya liberado, el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Héctor Larios, interpretó así la sorpresiva decisión del gobernador Enrique Alfaro:

“Es un intento de presión del gobierno del estado para que el PAN lo acompañe en algo…”. Y de inmediato advirtió: “No decidimos nuestra posiciones políticas a partir de este tipo de presiones, y nos parece que no puede usarse la justicia como un instrumento de la política…”.

En el PAN, al igual que en un amplio sector de la sociedad jalisciense, no creen los argumentos alfaristas para justificar la aprehensión de Gloria Morales –su corresponsabilidad en la compra a sobreprecio de Casa Jalisco en Chicago– y aseguran que razones exclusivamente políticas motivaron la detención del también ex presidente estatal panista, postura que reconfirman con las declaraciones de Larios Córdova de que fue una “presión” del gobierno de Alfaro Ramírez “para que el PAN lo acompañe en algo”.

¿Qué es ese algo por el que Alfaro presionaría al PAN al extremo de encarcelar a una de las figuras prominentes de este partido y uno de los brazos políticos del emilismo? ¿La alianza electoral para el aún lejano 2021 ante la debacle del alfarismo o los votos que necesita en el Congreso para sacar adelante la considerada joya de la refundación: el Congreso Constituyente, primero, para elaborar una nueva Constitución estatal, después?

El 18 de julio –casi tres semanas antes de la aprehensión de Gloria Morales–, el coordinador de la bancada del PAN en el Congreso, Gustavo Macías Zambrano, se sumó a la postura de Morena y del PRI con declaraciones que seguramente encendieron las alarmas en Casa Jalisco y cimbró toda la estructura del alfarismo: no se necesita un Constituyente porque no es prioritaria una nueva Constitución.

Macías Zambrano dijo textualmente: “No hay necesidad de convocar a un Constituyente para que haga una nueva Constitución (…). Para nosotros no es prioridad el tema de la Constitución, hay situaciones como la inseguridad, la falta de empleo, la marginación de algunos municipios o la pobreza que no vamos a resolver con hacer una nueva Constitución y nuevas leyes. Para eso se requieren otras acciones”.

Alfaro Ramírez sabe que para su refundación no cuenta con los votos de Morena, del PRI, del PT y del Verde Ecologista –en total 11–, pero seguramente apostaba a que con los nueve del PAN, los dos del PRD –gracias a su alianza con Raúl Padilla López– y los 16 de su partido Movimiento Ciudadano, tenía para sumar 27 votos, suficientes para sacar adelante cualquier reforma constitucional. Sin los sufragios panistas se queda en el aire con sólo 16 votos.

Las declaraciones de Gustavo Macías fueron el primer mensaje del PAN a Alfaro de que no apoyará la integración de un Constituyente y mucho menos la creación de una nueva Constitución. Ayer, el dirigente nacional, Marko Cortés, confirmó que su partido no acompañará al alfarismo en ese proyecto fundamental para la famosa refundación. “Ya existe en Jalisco un Constituyente permanente (…). Acción Nacional no acompañaría la creación de un nuevo Constituyente, porque sería un antecedente muy peligroso, muy delicado (…)”, dijo Cortés.

¿Es ese el algo al que Larios se refirió sobre el motivo de la aprehensión de Gloria Morales? ¿O cuando dijo que “no decidimos nuestra posiciones políticas a partir de este tipo de presiones”? Apoyar la creación del Constituyente es una “posición política”.

Por lo tanto, al no tener las dos terceras partes del Congreso, el alfarismo fracasará prematuramente en su famosa refundación.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I