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Vuelve al escenario y devela escultura

Presentación. Vicente Fernández se ve más robusto, ya deja ver más sus canas a los 79 años, pero su voz sigue intacta, potente. (Foto: Grisel Pajarito)

Este domingo, en la Plaza de los Mariachis, se develó una escultura ecuestre para conmemorar la carrera de Vicente Fernández, quien minutos después ofreció un concierto gratuito en la Explanada del Instituto Cabañas.

Chente siempre dijo que no le gustaban los homenajes, pero Ismael del Toro Castro, presidente municipal de Guadalajara, lo convenció de tener una estatua de él, en el lugar donde inició su carrera hace cinco décadas: la Plaza de los Mariachis.

Cerca de 2 mil personas rodearon la plaza con la intención de verlo y él, al mirar el tumulto bajó de carrito de golf que lo transportó y caminó entre la gente.

“El homenaje es esta escultura que le faltan unos detallitos, pero se va a terminar, siento que es una escultura bien charra”, dijo el cantante y pidió un aplauso para el artista que la creó, Jorge Frausto Arias.

Pidió también un minuto de aplausos para José José a quien recordó como un gran amigo y con quien cantó de gira por Estados Unidos.

Pero el momento emotivo fue cuando pidió perdón a quienes se ofendieron cuando dijo que no quería recibir un trasplante de hígado porque no le gustaría que fuera de un gay.

“A veces unos habla inconscientemente, andaba sedado. Yo tengo amigos gays… quería hacerlo de frente a la gente pedir perdón y ante una cámara que luego venda la exclusiva”, comentó

.

“Para que no digan que me aprieto, les canto aunque sea una", dijo antes de improvisar con un mariachi Mujeres divinas.

La escultura no estuvo exenta de críticas, ya que en redes sociales muchos usuarios afirmaban que no se asemejaba al Charro de Huentitán, incluso Vicente Fernández lideró la tendencia en Twitter.

Emotivo concierto

No lo podía ocultar, tenía casi cuatro años sin pisar un escenario y anoche disfrutó cada segundo en el show gratuito que ofreció en la Explanada del Instituto Cabañas, durante casi una hora.

Acompañado por músicos de cinco mariachis salió a escena enfundado en un traje de charro color verde.

Los ojos se le pusieron cristalinos al ver el recinto lleno de miles de personas que lo ovacionaban y le expresaban todo su amor.

Eran las 18:45 horas cuando inició con Mujeres divinas y todos enloquecieron.

Físicamente se ve más robusto, ya deja ver más sus canas a los 79 años, pero su voz sigue intacta, potente.

Era un mar de gente, según los organizadores, más de 60 mil personas las que estuvieron en el show.

Aquí entre nos, Ojalá que te vaya bonito, Estos celos, Acá entre nos y Hermoso cariño fueron de los primeros temas que interpretó.

Se movió una y otra vez de un lado al otro del gran escenario para que todo el público pudiera tenerlo más cerca, y quizá también porque querrá guardar en su memoria cada uno de los detalles y las caras del público que cantaba, gritaba y hasta lloraba.

Lástima que seas ajena fue uno de los temas que más alto cantó el público.

En cada uno de los costados del escenario estaban Gerardo y Vicente Junior disfrutando al papá.

Cómo en los viejos tiempos se quitó el moño y lo aventó al público y, además, en un tema bajó el micrófono hasta sus piernas para que vieran la potencia de su voz.

Parecía una fiesta entre amigos. Juanjo, el asistente de Vicente Fernández, grabó todo el show, después los nietos –Gerardo, Alba, Vicente, Ramón, Sissi y Alex Fernández– subieron al escenario para tomarse la foto del recuerdo con el abuelo y en sí todos los Fernández gozaron del, quizá, su último show, pues desde hace años se retiró y sólo canta en su rancho en las fiestas de Navidad o algún cumpleaños.

Empapado de sudor, Chente siguió cantando un éxito tras otro y regaló frases que ya se extrañaban como la que le dijo su abuelo: “En la vida hay que tener una vieja y una mula, que la mula no sea tan vieja y que la vieja no sea tan mula”.

En dos ocasiones olvidó la letra y a veces se salía de tiempo, pero al público ni le importó, sólo querían volver a cantar junto con él.

Tras casi 60 minutos de haber iniciado, terminó su concierto agradeciendo con el alma, y mientras sonaba Guadalajara, Guadalajara cientos de juegos artificiales colorearon el cielo.

La escultura

  • Se ubica en Plaza de los Mariachis
  • El objetivo es celebrar los más de 50 años de carrera del Charro de Huentitán
  • El autor es Jorge Frausto Arias
  • La técnica es arte figurativo
  • La escultura está hecha en bronce silicio, de aproximadamente 2.70 metros de alto, considerando al caballo y al jinete, con un peso aproximado de 800 kilos
  • Costó 2 millones 610 mil pesos

CIFRAS

54 minutos cantó en concierto

15 temas fueron los que interpretó

JJ/I