Alfaro y su primer desfile por el 20 de Noviembre 

Son las 10 de la mañana en la avenida Federalismo, esquina con Juárez, sitio donde comenzó el desfile por el 109 aniversario de la Revolución Mexicana.  

Para conmemorar el aniversario se han dado cita lugares comunes provenientes del más remoto pasado y del más inmediato presente: Charros de todos los tamaños se lucen con floreos de cuerda, pero también hay luchadores, bomberos, gimnastas y deportistas con uniforme del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo (Code).  

Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, lo observa todo de pie, no sin estoicismo. Los demás funcionarios que lo acompañan se apoyan contra el borde del escenario, pero al menos durante la primera media hora del desfile el mandatario mantiene los pulgares enganchados en los bolsillos del pantalón, robando instantes para tomar sorbos del vaso naranja de café del Seven Eleven que tiene consigo desde que llegó a la manifestación. 

El gobernador hace comentarios a los militares que lo flanquean y lo aplaude todo con un aire de distante aprobación. Hay quien recibe algo más: un saludo militar en el caso de los bomberos veteranos, una “V” de la victoria, un agitar de mano. Pero nadie se queda sin aplauso. 

A las 11, después de haber entregado premios a los deportistas destacados del estado, el gobernador le hace a alguien un gesto, moviendo el índice, como rebobinando un carrete de hilo. El significado es “Vámonos”. Alfaro baja del palco. En la calle, una mujer lo llama a través de la barrera metálica que mantiene alejado al público. “No quiero intervenir en eso, eso le corresponde a Ismael”, dice el gobernador, y pide a sus ayudantes que pongan a la mujer en contacto con Ismael del Toro Castro, el presidente municipal de Guadalajara. 

Alfaro se acerca a su camioneta y finalmente se quita el saco, un gesto que ha pospuesto a base de fuerza de voluntad. Un niño lo aborda con una carta. “¿Me la das? ¿Es para mí?”, pregunta el gobernador y se pone el sobre rojo en el bolsillo de la camisa. El gobernador abre la puerta del lado del pasajero. Como por arte de magia, su vaso naranja de café ya está esperándolo en el portavasos del automóvil. La puerta se cierra, el auto se aleja. Los demás participantes en el desfile no tendrán aplauso del gobernador. 

Los detalles del desfile 

• Reunió a poco más de 16 mil personas 
• Se realizó en Federalismo, de avenida Juárez a Jesús García  
• Fue presidido por el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; el alcalde de Guadalajara, Ismael del Toro Castro, y el secretario de Educación, Juan Carlos Flores Miramontes, en punto de las 10 horas  
• Un total de 2 mil 200 elementos participaron; se dividieron en 22 contingentes 

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