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Los López amparándose
Porque nos la quitaron
Un verdadero desastre, así es como acabó la tradicional Corrida Guadalupana en la Monumental Plaza México. Un descastado, soso y manso encierro de Begoña, se sumó a la molestia generalizada de una afición que enardeció por el contexto y errores que polularon la tarde de ayer en el coso de Insurgentes.
Errores garrafales por parte del juez de plaza, que cayó en varias violaciones al reglamento taurino de esa ciudad, así como una pobre corrida de juego borreguno, acabó por deslucir una tarde que se esperaba triunfal.
Una solitaria oreja recogió el tlaxcalteca Sergio Flores, quien destacó con el cuarto de la tarde a base de pundonor y técnica. Oreja, por cierto, protestada, mientras que las equivocaciones en el palco de la autoridad, terminaron en brinca fuerte con el sexto de la tarde, un manso sin pena ni gloria que, por reglamento, no pudo ser devuelto a corrales y se autorizó su devolución.
Roca Rey y Luis David, con la mala suerte de pechar con toros para el olvido.
jl/I