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La Guadalajara que recibe Lemus

A casi tres años de las elecciones por la gubernatura de Jalisco en 2024, Pablo Lemus Navarro es hoy por hoy el político con más posibilidades de relevar a Enrique Alfaro Ramírez. 

Durante estos últimos días lo hemos visto coordinando la ayuda a los damnificados del desbordamiento del arroyo El Seco e inaugurando obras en Zapopan por la mañana; y por la tarde en reuniones con actores clave para su futuro gobierno en Guadalajara. 

Y así Lemus está entre Zapopan y Guadalajara ampliando su base social. Su futuro dependerá de su trabajo en la Perla Tapatía y de que Movimiento Ciudadano y el alfarismo le permitan llegar a la candidatura en 2024, pero si no es él, realmente no hay en el panorama político actual un emecista ni miembro en el gabinete del actual gobernador que pueda competir seriamente. 

Lemus ha trabajado por posicionarse entre el electorado con programas muy visibles y con una buena socialización, y un ejemplo son las Colmenas. 

Aunque existe menos desigualdad social en Guadalajara que en Zapopan, los problemas que su antecesor emecista Ismael del Toro, le hereda son muchos, uno de ellos es la percepción de inseguridad que tiene la Perla Tapatía, que en ciertos rubros como robo de autopartes y vehículos, robo a bancos y robo a cuentahabientes alcanzan las estadísticas de uno de los municipios más violentos en México: Ecatepec. Esto según los datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana de diciembre de 2020. 

La recuperación del Centro Histórico, la seguridad en la zona del Santuario y en la calle 5 de Febrero son otros de los retos a enfrentar y sólo tendrá dos años y medio para lograrlo. 

Lemus parece muy confiado en que podrá hacer una diferencia en la capital de Jalisco desde donde ejercerá como una especie de “minicoordinador metropolitano”, pues en Zapopan estará de alcalde su hombre de confianza y quien fungió como jefe de gabinete durante sus dos administraciones en la Ex Villa Maicera. 

Hay mucho trabajo por hacer e indicadores que mejorar en tiempo récord. Además, Lemus y su partido tendrán este tiempo para trabajar un liderazgo que pueda aspirar a la alcaldía de Guadalajara en 2024 y tendrá que formar parte del gabinete de Lemus para que cuente con la proyección del gobierno municipal. 

La oposición también tiene dos años y medio para consolidar un perfil que pueda aspirar a gobernar Guadalajara. Quien quiera que levante la mano en Morena parece que tendrá que enfrentar a Carlos Lomelí, quien podría no quitar el dedo del renglón en sus aspiraciones políticas. 

Pero qué deja Lemus en Zapopan durante dos administraciones que estuvo a cargo: primero proyectos como las Colmenas, los talleres de capacitación y emprendimiento, programas como Escuelas con Estrella y Pulso de vida, la recuperación de espacios públicos como unidades deportivas, mercados y centros culturales. Entre los pendientes está el mantenimiento de los espacios públicos intervenidos, cientos de kilómetros de calles que aún no cuentan con pavimento y banquetas y una inseguridad que azota con mayor fuerza en barrios empobrecidos como Miramar o Arenales Tapatíos. 

Zapopan es un municipio grande que concentra los extremos, pero la gente aprobó sus dos gestiones con el respaldo a Juan José Frangie, a quien pocos conocían, pero que le bastó el apoyo de Lemus para hacerse con la victoria en las pasadas elecciones. 

Frangie, por su parte, tendrá que mantener y mejorar los programas y la atención ciudadana con un equipo nuevo, porque Lemus se lleva a su gente a Guadalajara. 

El tiempo pondrá a los actores en el papel que les toca. 

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jl/I