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Comparecencias sin preguntas

A la mayoría en el Congreso local y al gobierno del estado les gusta organizar muchas mesas de trabajo, foros y reuniones con amigos que coinciden en sus causas, pero le rehúyen a las comparecencias, y más si hay crítica.

Se entiende que no quieran exponer a los funcionarios cuando se les busca para que rindan cuentas sobre temas polémicos; sin embargo, esto no es justificación para impedir una y otra vez este ejercicio.

Los diputados del Movimiento Ciudadano, PAN y Verde Ecologista rechazaron la posibilidad de que comparecieran el fiscal estatal, el coordinador estratégico de seguridad y la secretaría de Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres para que expliquen las acciones preventivas para la atención de la violencia contra las mujeres, la creciente ola de feminicidios y las acciones en defensa de los derechos humanos de las custodias en Puente Grande.

Es más desde ahorita señalamos que no importa el tema, desde este momento habrá objeciones a cualquier petición de esta naturaleza porque ya se contaminó con la cuestión electoral y se están cuidando todo lo posible. Están cuidando los votos.

Obviamente que a la oposición le interesa hacer estas comparecencias para exhibir a los funcionarios, pero también deben ser espacios para la rendición de cuentas, sobre todo cuando no dan información a la prensa salvo las peticiones de transparencia o las fichas informativas que son muy escuetas.

Si surge alguna situación hay que esperar a la ficha o al tuit del gobernante en cuestión para saber lo que pasa tanto como medio de comunicación como ciudadano, se enteran a la par. Las ruedas de prensa para dar a conocer detalles de lo sucedido cada vez son más escasas y si las hacen, a veces no permiten cuestionamientos, lo cual es absurdo para la transparencia y la rendición de cuentas. Todos sabemos que es su forma de control.

Casi casi quieren reformar la ley para establecer que las comparecencias sean simplemente exposiciones de los funcionarios sin que haya preguntas y si las hubiera que las formulen de manera anticipada, y ya hay casos que aun así no funciona.

En toda la legislatura solamente ha habido una comparecencia ante la presión social por el tema del feminicidio de Luz Raquel Padilla, quien fue quemada en un parque de Zapopan, y ésta no dejó satisfechos a quienes la promovieron porque fue a puerta cerrada y con preguntas que tuvieron que circular previamente por parte de los diputados, y que no les contestaron lo que les preguntaban, sino decían lo que querían.

Seguramente surgirán más peticiones, específicamente de la oposición y habrá que ir anotando las excusas que dan para no hacerlo.

En la última discusión pública se advirtió que precisamente en la política se tienen que debatir e intercambiar puntos de vista y no pueden negar este tipo de ejercicio.

Los que tienen la mayoría han declarado que ese ejercicio se hace, casi dicen lo permiten, en las glosas, el cual está hecho para eso, y como si no pudieran darse más encuentros de cuestionamientos.

Dejar las preguntas sólo para cuando sean las glosas es ilógico porque limita hacerlo sólo una vez al año, lo cual es inviable, incluso ese formato está rebasado y los funcionarios no contestan lo que les preguntan. Siempre encuentran la manera, sobre todo por el tiempo, para evadir las preguntas incómodas de los temas importantes.

Las comparecencias deberían quedar reguladas para hacerlas con cierta frecuencia, en los rubros más importantes porque si no pasará lo de hoy, que los votos ganan para evitarlo.

O cuando menos debería haber más formatos de rendición de cuentas porque los que hay no funcionan, ni siquiera en las redes sociales que suele ser lo que más les preocupa. Algo habrá que inventar para que contesten.

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jl/I