Un esbozo de Enrique Vila-Matas en palabras sus amigos

Un esbozo de Enrique Vila-Matas, el actual ganador del premio FIL de Literatura 2015, según sus allegados Juan Antonio Masoliver, Cristina Fernández Cubas, Eduardo Lago, Ignacio Vidal-Folch y la escritora mexicana Guadalupe Nettel que inició su amistad con Vila-Matas gracias a una carta que envió como groupie. Ellos expresaron que el galardonado escritor es un hombre con humor, que se reinventa a sí mismo y con ello a su literatura, sabio pero ante todo crítico, quien logra con sus textos que lo raro, lo inusual se ponga de moda.

Cristina conoce a Enrique desde la facultad de Derecho, en España. Manifestó de una forma elocuente que en su país ocurre una cosa muy curiosa, la facultad de Derecho crea a una cantidad inimaginable de grandes escritores, actores y productores. Prueba de ello el propio Vila-Matas.

Ella se concibe como una mujer que no comparte una buena plática de humor con cualquiera. Argumentó que cuando ríes con alguien compartes una concepción del mundo y dijo con alivio que ha reído mucho con el escritor. Afirmó que Enrique es un hombre sereno, sabio y con un sentido del humor incomparable, a quien definió como un individuo que suele complicarse la vida de una forma lúdica.

Juan Antonio Masoliver compartió que Enrique es uno de los grandes escritores de su país (España), pero a la vez lo nombró el escritor más mexicano que existe dentro de lo que un extranjero puede considerarse local y se refirió al premio otorgado a su leal amigo como un acto de justicia.

Enrique, siempre fiel a la poética de la ruptura, el arte y escritura, maduró su literatura y le llevó a etapas inmejorables, narró Masoliver, quien señaló que Vila-Matas puede escribir desde la intimidad de un motel hasta en la comodidad de un cinco estrellas.

La escritora mexicana amiga de Vila-Matas, Guadalupe Nettel, quien llamó a la literatura del escritor como “rara pero delirante”, consiguió hacer un relato sensible de la relación de amistad que mantiene con él.

Nettel expresó que Vila- Mata logra intimar con el lector, lo vuelve suyo y lo envuelve en sus líneas. Contó que nunca olvidará el gran consejo que éste le dio, aquél que lleva en la mente cada que hace de las palabras un texto eterno: “Hay que escribir por lo menos lo suficientemente bien como para que alguien note tu salida”.

DN