El cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, lamentó los recientes hallazgos de restos humanos en distintos puntos de Jalisco, pues, dijo, se han vuelto parte de la vida cotidiana en la entidad a pesar de que son escenarios “atroces” y profundamente ofensivos para la dignidad humana. 

La semana pasada, la titular de la Vicefiscalía de Personas Desaparecidas, Blanca Trujillo Cuevas, informó que, hasta entonces, se habían recuperado 93 cuerpos de tres fosas clandestinas ubicadas en Zapopan que a la fecha continúan activas. Se trata de la ubicada en Las Agujas, de donde se han extraído 62 cadáveres; la de Nextipac, que suma 16 víctimas, y la de Arroyo Hondo, que suma 15. 

En lo que va del año, hasta octubre, se han localizado 49 fosas clandestinas en Jalisco, de las que se han extraído 227 cuerpos, según datos del registro de sitios de inhumación clandestina de la VPD.  

Al respecto, Robles Ortega expresó preocupación por la normalización de estos hechos entre la población, pues los consideró como evidencia de “una cultura de muerte” que se ha arraigado en el país. Reiteró que las autoridades deben reforzar las acciones de prevención, investigación y sanción, pues la impunidad, advirtió, continúa siendo un factor que permite la repetición de este tipo de delitos. 

El cardenal llamó a que se tomen medidas efectivas para frenar esta situación y garantizar que los responsables enfrenten las consecuencias previstas en la ley. 

Por otro lado y tras ser consultado sobre las declaraciones del senador petista Gerardo Fernández Noroña, quien recientemente arremetió contra Grecia Quiroz García, alcaldesa de Uruapan y viuda de Carlos Manzo Rodríguez, luego de que ella solicitara ampliar las investigaciones del asesinato de su esposo, Robles Ortega lamentó el clima de descalificación que domina la vida pública. 

Dijo que el país ha llegado a un punto en el que se ha perdido el respeto, la cordura y el reconocimiento de la dignidad de las personas. Consideró que la facilidad con la que se ofende o desacredita afecta la armonía social y la calidad de la convivencia. 

El cardenal hizo un llamado a construir una cultura de respeto, comunicación y reconocimiento del valor de cada persona, en lugar de continuar con prácticas de enfrentamiento y agresión. 

“UNA CULTURA DE MUERTE”  

El cardenal de Guadalajara consideró que la normalización de los hallazgos de restos humanos entre la población es una evidencia de “una cultura de muerte” arraigada en el país.

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