El libro Conocerte es curarte reúne el testimonio de vida de la escritora Blanca Rosas Gutiérrez, quien narra su tránsito de la oscuridad a la luz a través de la enfermedad. En entrevista, recuerda que hace nueve años padeció Lyme en un grado tan severo que quedó inmovilizada. Aquel alto forzoso en su vida, seguido de su inesperada recuperación, la llevó a compartir su experiencia con quienes enfrentan enfermedades o cualquier desafío profundo.

La obra inicia describiendo cómo era su vida antes de enfermar: acelerada, sin esperanza ni claridad emocional, hasta que una picadura de garrapata la paralizó. Pasó siete meses sin diagnóstico, empeorando cada día, incapaz incluso de cuidar a sus hijos. En esa quietud absoluta, cuenta que decidió que no quería morir y comenzó a escucharse por dentro.

Rosas explica que la enfermedad en el libro funciona también como metáfora: puede ser una pérdida, una crisis laboral o cualquier golpe que obliga a replantear la vida. Las grandes caídas –dijo– hace crecer y ayuda a encontrar un rumbo más consciente. No existe una fórmula única para salir adelante, pero sí herramientas. En su caso, el primer paso fue aceptar, no como rendición, sino como reconocimiento de su realidad para reconstruirse desde ahí.

Mencionó que aceptar el dolor, mirarlo de frente y no evadirlo fue para ella una decisión vital. Entre las herramientas que comparte están la meditación, la oración, la conexión con la naturaleza y cambios profundos en la alimentación. También destacó el papel de la medicina y el consenso de sus médicos: su recuperación no habría sido posible sin transformar su actitud y su forma de pensar.

Conocerte es curarte es, asegura, un libro de aliento y esperanza, que concluye con la gratitud y la búsqueda personal de la felicidad. Estará disponible en Gandhi, Sanborns y Amazon, y tendrá presentación en la Ciudad de México. Durante la FIL, ofrecerá conferencias sobre resiliencia, un espacio que describe como un verdadero descubrimiento.