Un Salto de Vida y comunidades de Juanacatlán y El Salto, ubicadas en la cuenca del Río Santiago, anunciaron su respaldo a la comunidad indígena otomí de Santiago Mexquititlán, que enfrenta la audiencia correspondiente al Juicio de Amparo. 

En su mensaje, El Salto y Juanacatlán señalaron su preocupación por lo que describen como un patrón de violencia racista del estado mexicano, que incluye intentos de negar la identidad indígena.

En el pronunciamiento público dirigido al Concejo Autónomo de Santiago Mexquititlán, al Congreso Nacional Indígena y a la Asamblea Nacional por el Agua y la Vida, las comunidades denunciaron que el proceso judicial implica riesgos para el territorio, la identidad y la integridad física de quienes integran la comunidad otomí, a quienes reconocen como defensores del agua y la vida.

Las comunidades recordaron que ellas mismas han sido víctimas de contaminación industrial y omisiones institucionales durante décadas, por lo que afirman comprender plenamente la gravedad del momento que enfrenta la comunidad otomí.

El pronunciamiento asegura que ambas comunidades mantendrán una observación cercana, atenta y solidaria sobre el actuar del Juzgado Séptimo de Distrito para garantizar que el proceso se conduzca con imparcialidad, respeto a los derechos indígenas y apego a los estándares nacionales e internacionales en derechos humanos.

Advirtieron que una resolución injusta podría tener consecuencias irreversibles para la vida comunitaria y la defensa del agua en Santiago Mexquititlán.

El documento también expresa solidaridad ante los hechos que califican como violencia de Estado tal como la tortura y detención arbitraria de Estela Hernández Jiménez; el hostigamiento policiaco y militarizado; y diversas formas de criminalización y contrainsurgencia contra la defensa territorial.

jl