Un atentado armado ocurrido este domingo en Bondi Beach, una de las playas más concurridas de Australia, dejó al menos 16 personas muertas y más de 40 heridas durante la celebración judía de Janucá, informaron autoridades locales. El ataque fue calificado como un “incidente terrorista” y generó una amplia condena internacional.
De acuerdo con el ministro de Salud de Nueva Gales del Sur, Ryan Park, entre las víctimas mortales se encuentra un niño que fue trasladado al Hospital Infantil de Sídney, centro médico al que también fueron enviados al menos cuatro heridos más. Uno de los atacantes murió en el lugar y el segundo permanece en estado crítico, según confirmó la policía.
El tiroteo ocurrió durante el evento Chanukah by the Sea, en el que participaban alrededor de mil personas para conmemorar la festividad judía conocida como la Fiesta de las Luces. Testigos relataron escenas de pánico, con múltiples detonaciones y personas huyendo del lugar. “Parecía un arma muy potente, se escuchaban disparos sin parar”, declaró a AFP un estudiante chileno que se encontraba en la zona.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, afirmó en un mensaje televisado que se trató de “un ataque dirigido contra los judíos australianos” y lo calificó como “un acto de maldad, antisemitismo y terrorismo”. También reconoció como “héroes” a civiles que enfrentaron a uno de los agresores y lograron desarmarlo.
La policía informó que cerca del lugar del ataque se encontraron artefactos explosivos improvisados en un vehículo vinculado con el atacante fallecido. Los servicios de emergencia recibieron las primeras llamadas alrededor de las 18:47 horas, y el área fue acordonada durante varias horas.
El atentado fue condenado por líderes de diversos países. El presidente de Israel, Isaac Herzog, habló de un “ataque cruel contra los judíos”, mientras que el primer ministro Benjamin Netanyahu acusó al gobierno australiano de no haber frenado el antisemitismo. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que “el antisemitismo no tiene cabida en este mundo”. También se pronunciaron el rey Carlos III del Reino Unido, el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, y autoridades de Alemania e Irán.
En un hecho inusual, Irán condenó el ataque y aseguró rechazar “el terrorismo y el asesinato” en cualquier parte del mundo, pese a que el gobierno australiano ha acusado previamente a Teherán de estar detrás de ataques antisemitas en el país, acusación que derivó en la expulsión del embajador iraní.
Bondi Beach quedó desierta tras el atentado. En el lugar permanecían objetos abandonados por personas que huyeron, como carriolas y pertenencias personales, mientras personal médico atendía a heridos sobre el césped. Testigos describieron escenas de “sangre por todas partes” y un ambiente de profunda conmoción.
Las autoridades australianas anunciaron una investigación a gran escala y reforzaron la seguridad en sitios de la comunidad judía, en un contexto de aumento de incidentes antisemitas en el país desde el inicio de la guerra en Gaza en 2023.
GR
