El arranque de la Línea 4 del Tren Ligero representa una aportación innegable a la movilidad de la zona sur del Área Metropolitana de Guadalajara, aunque aún enfrenta retos importantes que deberán atenderse con puntualidad, señaló Yeriel Salcedo, coordinador del Observatorio Ciudadano de Movilidad.
Reconoció que el proyecto mejora las condiciones de traslado en una región donde el crecimiento habitacional se dio hace más de una década sin el acompañamiento de transporte masivo, lo que calificó como una deuda histórica de diversos gobiernos municipales.
Salcedo advirtió que, si bien el servicio elevará la calidad del transporte, será clave vigilar su operación integral, especialmente en lo referente a las rutas alimentadoras, para evitar que los usuarios paguen más o recurran a alternativas informales como los mototaxis. También llamó a estar atentos al financiamiento del sistema y a contener la especulación inmobiliaria que podría detonarse en la zona.
En materia de infraestructura, señaló que persisten faltantes en los entornos de varias estaciones, donde aún se observa obra inconclusa, por lo que urgió a que las autoridades concluyan los trabajos para dignificar el servicio. Añadió que la ciudadanía debe denunciar irregularidades y ejercer presión para que el proyecto se complete adecuadamente.
Asimismo, expresó preocupación por la conexión entre Mi Macro Calzada y la Línea 4, debido a la alta afluencia de pasajeros que podría generar cuellos de botella. Consideró indispensable garantizar la conexión tarifaria y cumplir la promesa de que un tercer transbordo sea gratuito, ya que muchos usuarios requerirán hasta tres unidades para completar sus trayectos.
Finalmente, subrayó que la accesibilidad de las rutas alimentadoras será determinante para el éxito del sistema y llamó a establecer una contraloría social con informes mensuales que transparenten la operación de la Línea 4. Concluyó que el transporte masivo beneficia a la ciudad y debe consolidarse como una opción real frente al uso del automóvil.










