Robert Prevost, elegido nuevo papa bajo el nombre de León XIV, dará continuidad al pontificado de Francisco al promover una Iglesia sinodal, enfocada en la participación de la comunidad y la diversidad, así lo mencionó el académico Rubén Alonso González, experto en temas de la Iglesia católica. De origen estadounidense, hijo de migrantes, Prevost comenzó su labor pastoral en Perú, donde fue ordenado sacerdote, luego obispo, y posteriormente fue designado por Francisco para liderar la secretaría encargada de seleccionar candidatos a obispos.

León XIV cuenta con una sólida formación teológica, influenciada por raíces latinoamericanas cercanas a la teología de la liberación, y tiene antecedentes importantes como matemático. De acuerdo con el académico, su enfoque busca equilibrar a la Iglesia, moderando las tensiones con sectores críticos de Francisco, sin retroceder en los avances realizados. Aunque no representa a los grupos anti-Francisco, su elección ofrece serenidad a estos sectores, especialmente en contextos como la Iglesia alemana que amenazaba los avances que había logrado el fallecido pontífice.

Su elección como León XIV remite al pontificado de León XIII (1878-1902), quien abordó los desafíos de la Revolución Industrial con un enfoque social, promoviendo los derechos de los trabajadores y la dignidad del empleo. Este nombre sugiere que priorizará un pontificado con alto contenido social, respondiendo a los cambios de época actuales.

Entre los retos de su pontificado se encuentran la mediación en conflictos globales (Ucrania, Medio Oriente), las tensiones con gobiernos como los de Nicaragua y Venezuela, y la relación con Estados Unidos en un contexto de nacionalismo creciente. Las decisiones sobre los nombramientos en cargos clave serán indicativas del rumbo que tomará su pontificado, especialmente en la gestión de las relaciones internacionales y eclesiales.

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