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¿Rey?

Los biopics ofrecen una posibilidad al público de llenar huecos en el relato que conocen sobre la vida de las celebridades o los héroes. Hay una necesidad de humanizar a las personalidades para aceptarlas como parte de la familia, pero sobre todo, existe la necesidad de entender qué y cómo hicieron para ascender en la escala social hasta conseguir el éxito, que se puede traducir en fama, dinero, excesos y reconocimiento, sobre todo en eso.

La frustración social suele aliviarse con personajes que han tenido que lidiar obstáculos y enemigos, grandes como la sociedad y los gobiernos o pequeños y peligrosos como los padres, los suegros, la escuela o las personas envidiosas que se convierten en villanos.

Hay por lo menos cuatro generaciones educadas con el relato de La Cenicienta, el cuento de los hermanos Grimm, donde la protagonista tenía la misión de ser buena y piadosa, incluso si su madrastra era una bruja maldita. A través de sus cuentos, los hermanos Grimm intentaban preservar las buenas costumbres y la moral de la época.

Las telenovelas, con base en ese relato, formaron públicos donde los malos nunca triunfan y a los protagonistas les toca sufrir, desde el abandono de la madre, el pisoteo de la familia del ser amado, los enemigos cotidianos como las novias de los protagonistas y sus amigas, pero siempre contaban con los amigos confidentes, el abuelo, tío o padres alcahuetes que la sostenían emocionalmente para sobrellevar su vida miserable. Al final del relato, después de tanto sufrimiento, había boda y villanos muertos o locos o en la cárcel.

La serie de Luis Miguel tiene una estructura similar y el relato ayuda a llenar huecos de su historia, porque todos saben que la historia está avalada por él, incluso hizo un cameo en el primer capítulo para verificarlo. El asunto es: ¿Es el Luis Miguel real o el que el cantante se imagina o creó el autor del libro o los guionistas o es el que el público desea meter a su casa para darle un abrazo?

La serie sobre El Sol es una ficción que se estrenó cuando a Luis Miguel se le quemaba en leña verde por cancelar conciertos por una enfermedad que nadie creyó y por padecer varias demandas, entre ellas la de Alejandro Fernández por incumplir un contrato y no devolver un millonario adelanto.

En su relato, Luis Miguel es La Cenicienta, el villano es su padre, su equipo de amigos son los ratones y él es la víctima-héroe que ha logrado vencer muchos obstáculos en la vida. En meses, de ser villano se volvió héroe de nuevo, lo cual perverso y lo revela como un hombre de negocios que se jugó una última carta para mantenerse como un cantante histórico y socialmente aceptable, ¿por qué? Porque ha sufrido como todos, aunque no sea bueno ni piadoso.

@WhoIsFranco

fv/i