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La tranquilidad del CIESAS

Entre las principales actividades de esta sede, destacan la Cátedra de Estudios Regionales Guillermo de la Peña; la Cátedra Jorge Alonso; la Cátedra Ángel Palerm, y el doctorado en Ciencias Sociales. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

Es verdad que la investigación nunca descansa, por lo que las instalaciones del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) siguen con sus actividades; sin embargo, la escuela luce algo vacía, pues los investigadores han pasado sus clases en campo.

Apenas es medio día y en la entrada no hay más alma que la guardia de la entrada quien recibe amablemente a los visitantes o a uno que otro investigador que apenas llega.

Un pasillo enorme y solitario junto con unas imponentes escaleras a un lado, dan la bienvenida a cualquiera y abren paso a las oficinas administrativas que lucen llenas, pues el trabajo sigue en pie. El teclear de las computadoras, papeles y murmullos inundan la parte superior.

En los demás salones que se conectan a través de los estrechos pasillos se tienen los cubículos de los investigadores pertenecientes a este centro; la mayoría trabaja entre las montañas de papel y libros, situación a la que ya se les ve acostumbrados y de la cual disfrutan.

Debido a lo pequeño de este edificio es mayormente utilizado por los administrativos, así que carece de muchas personas. Finalmente en la parte baja, un verde jardín luce mojado tras la pasada lluvia de la noche.

En el segundo campus que se encuentra a unas cuadras de este, tiene un poco más de movimiento, pues el acervo que tienen en la biblioteca hace que toda persona recurra a esta.

En las puertas de cristal de entrada a la biblioteca, se pueden leer diversos carteles que invitan a los estudiantes a concursos nacionales e internacionales; los pizarrones que se encuentran en los pasillos también albergan este tipo de carteles.

Al fondo, una mesa de recepción atendida por una pareja de personas de la tercera edad, quienes aprovechan para platicar mientras llega algún visitante. En los anaqueles, un señor limpia y clasifica cada una de las enciclopedias que tiene el lugar.

Cada anaquel es todo un mundo, pues los títulos de los libros saltan de entre cada uno; incluso, debido a lo extenso del acervo, hasta el final del cuarto se tiene una pila de cajas que aún conservan más material.

Al lado de estas cajas hay una larga mesa y varias computadoras apoyan al material escrito, donde al menos dos personas hacen uso de las mismas.

En los demás pisos del edificio se tiene los salones de clase que en este momento están vacíos, pues la mayoría de los investigadores salieron al trabajo de campo, pero a lo lejos, las risas de varias personas y las instrucciones de una maestra dan señales de vida en el lugar.

Salones amplios, totalmente en blanco y con mesas que Unidas forman un círculo. En el salón seis para ser exactos, es donde cuatro alumnos están en clase, quienes no dejan de prestar atención a su docente que les habla de algunas fuentes literarias para sus proyectos.

A pesar de la tranquilidad de ambos campus, el CIESAS no para con los trabajos de investigación; sin embargo, la paz es una característica del lugar, el cual habla por sí solo de los trabajos que sus alumnos desarrollan.

LA MISIÓN. Esta sede promueve la búsqueda del conocimiento y la formación especializada, con el apego a los códigos de investigación científica y libertad de cátedra.
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Líderes especializados

El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) se distingue como líder en la investigación y formación de recursos humanos especializados en los campos de la antropología social, historia y lingüística, así como de geografía, sociología, etnohistoria y ciencia política.

Actualmente es un organismo público descentralizado adscrito al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) como parte de las coordinaciones cuatro (economía y administración pública) y cinco (procesos sociales y culturales).

Cuenta con siete unidades regionales –entre ellas la de Occidente en Guadalajara– en las que laboran alrededor de 180 investigadores, quienes contribuyen a generar conocimiento asociado directamente con las necesidades reales del país.

Algunas de los temas que investigan nuestros académicos son antropología médica, jurídica y de género; medio ambiente y sociedad, migración, religión, lingüística, etnohistoria, relaciones étnicas y sociales; procesos históricos, políticos y culturales, y estudios de cambio sociocultural.

JJ/I