Concluye clínica de derechos humanos

La atención a niños migrantes en albergues y la discriminación laboral a mujeres con responsabilidades familiares fueron dos temas estudiados y diseccionados por nueve estudiantes universitarios de la Clínica Internacional de Derechos Humanos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), la cual concluyó ayer.

El coordinador de la clínica, Ángel Gabriel Cabrera Silva, indicó que nueve meses de trabajo arrojaron el estudio de problemáticas “nada obvias sobre cómo el Estado mexicano atiende problemáticas muy particulares y muy preocupantes de derechos humanos en Jalisco y en México”.

El académico explicó que el trabajo realizado, el cual comprendió desde la selección de temas, la búsqueda hemerográfica, la discusión interdisciplinaria y propuestas de solución, puso en relieve “problemas que existen y que no están presentes en la esfera pública”.

Cabrera Silva explicó que el modelo de la clínica contempló las formaciones de cada estudiante para reforzar la reflexión sobre los temas estudiados. “La idea era tener proyectos útiles para la realidad de México, no queríamos quedarnos en algo abstracto, no discutir sobre los derechos humanos, algo que ya se hace”, comentó.

En la clínica, en la cual participaron estudiantes de varias carreras del CUCSH, se completaron 60 horas de estudio y más de 60 horas de práctica en equipos durante los nueve meses de trabajo.

LOS TEMAS DE ESTUDIO

Sobre el tema de niñez migrante y la situación de sus derechos humanos en albergues, los participantes en el proyecto concluyeron que hace falta más coordinación entre las autoridades federales y estatales para brindar atención a los menores en los sitios de alojamiento de los sistemas DIF.

“Hay mucho espacio, (pero) falta claridad en la delimitación concreta de qué toca a cada autoridad, de cada nivel de gobierno, por así decirlo, de ‘la cadena de mando’”, indicó Cabrera Silva.

El coordinador de la clínica ahondó en que la falta de claridad en las funciones de los albergues termina por afectar la atención de estos: “Ponen en un espacio de incertidumbre (a los niños) porque o pueden funcionar bien o mal”.

CONCLUSIÓN. Cabrera Silva cree que hace falta delimitar las funciones de las autoridades estatales y federales respecto a la atención de menores migrantes.
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Respecto al abordaje de la discriminación laboral a mujeres con responsabilidades familiares, el estudio previo arrojó que en México “de todos los casos de personas que deben abandonar su empleo por responsabilidad familiar –por cuidar a niños, al adulto mayor, enfermos– 90 por ciento de todos los casos son mujeres”, lo cual tiene un impacto directo en su desempeño laboral.

Tras analizar este tema surgieron tres recomendaciones. La primera es que México ratifique el convenio 156 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual establece lineamientos para los trabajadores con responsabilidades familiares, y del cual nuestro país “ha dicho que va a ratificar durante varios años, pero no lo ha hecho”.

La segunda propone modificar la Ley de Seguridad Social porque, actualmente, a los patrones les sale más barato contratar hombres que mujeres, pues ellas piden permisos de maternidad por tres meses. La tercera recomendación fue que se mejore el sistema de implementación de las normas oficiales mexicanas (NOM) que procuren equidad de género en los empleos.

Los informes de la clínica se encuentran en proceso de análisis en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) y en noviembre se estima su publicación en el periódico El Universal.

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FRASE

“La idea era tener proyectos útiles para la realidad de México, no queríamos quedarnos en algo abstracto, no discutir sobre los derechos humanos, algo que ya se hace”
Ángel Gabriel Cabrera Silva, coordinador de la clínica

JJ/I