Un campus lleno de melodías

Entre el desfile de los instrumentos y un melodioso concierto al interior, es como la Escuela de Música del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), de la Universidad de Guadalajara, pasa la mayor parte de sus días.

Como si fuera todo un escenario en concierto, el Ex Claustro de San Agustín, edificio que alberga esta parte del Centro Histórico de Guadalajara, recibe a cada uno de sus alumnos, quienes desfilan por la puerta de entrada y pasillos con su más preciado instrumento en la mano.

Sentados en el suelo o en las múltiples bancas del patio central se puede ver a los estudiantes en pleno ensayo; está desde aquel que toca algún instrumento pequeño como el clarinete, hasta el que prefiere el violonchelo o algún otro instrumento de gran magnitud.

A pesar de que la mayoría ensaya en grupos, cada uno se enfoca en practicar sus notas, por lo que el lugar se convierte en una combinación de sonidos que pudiera o no ser agradable para muchos; sin embargo, tanto docentes como personal administrativo parecen tan acostumbrados a eso, que para los que visitan el lugar por primera vez pareciera estar en un majestuoso carnaval musical.

A uno de los costados de la entrada, hay un salón en particular que llama la atención. En esa postal se encuentra un inmenso piano en color oscuro y una de las alumnas tocando una pieza con gran sentimiento. El cuarto pareciera una sala repleta de público para el cual, la joven disfrutará tocar en un concierto privado.

DE FIESTA. Los pasillos y jardines del campus universitario están repletos de anécdotas que han quedado marcadas en la historia de esta escuela que está a punto de cumplir 66 años.
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Los demás salones están repletos de estudiantes quienes ponen total interés a la clase o que buscan tomar nota de lo expuesto. Las aulas, además de ser pequeñas, están perfectamente adecuadas para la escritura de las notas de las melodías, pues cada pizarrón ya tiene adecuado un pentagrama musical.

En la parte superior pasa lo mismo, los pasillos son el área perfecta de estudio, aunque no falta aquel que desee un poco más de concentración; para ellos existe el tercer nivel donde la majestuosa vista del Centro Histórico o del campanario de la iglesia que tienen a un costado, les da la inspiración perfecta para que su música salga a la perfección.

El busto de Beethoven se convierte en el guardián de la universidad, así como los murales y esculturas que se tiene a los alrededores, todas alusivas a la música. Además, un cartel en el que se presume el próximo aniversario número 66 de la escuela se asoma con el aviso de una serie de conciertos que serán parte de la celebración.

Finalmente, se puede ver a algunos abandonar las instalaciones, siempre con su instrumento en mano pues a pesar de todo, es su único material de trabajo.

Diversidad

• La Licenciatura en Música se diversifica en cinco orientaciones para el aspirante atendiendo a sus propias expectativas de desarrollo; éstas son Ejecutante, Canto, Pedagogía Musical, Composición y Dirección Coral
• La carrera está planeada para cursarse en ocho semestres

JJ/I