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Restricciones al plástico, 21 años tarde

En Jalisco causó interés la noticia de que el estado aplicará restricciones a los productos plásticos de un solo uso que no provengan de material reciclado o biodegradable, aunque sea hasta 2020 cuando entren en vigor las multas a quienes omitan esta nueva determinación.

Uno de los aspectos que sorprendió (para bien) fue la agilidad que los diputados le dieron al tema, porque apenas se presentó la iniciativa el 19 de julio pasado y para el 27 de septiembre la mayoría votó a favor y se aprobaron las reformas a la Ley Estatal de Equilibrio Ecológico para restringir estos plásticos desechables.

Aunque al dar a conocer la iniciativa las diputadas promoventes, María de Lourdes Martínez Pizano y Verónica Magdalena Jiménez Vázquez, mostraron una postura firme en el sentido de prohibir e incluso utilizaron la frase “queremos que Jalisco esté libre de este tipo de contaminación tan importante” refiriéndose al plástico, se vieron en la necesidad de mesurar su mensaje cuando hablaron con el sector empresarial del ramo, que se paró de pestañas y reclamó.

Primero, como suelen hacer los gremios involucrados con una legislación relacionada con hacer un cambio de materias primas, se enojaron y sacaron el clásico argumento de los empleos que están en juego -ponen a la gente que hace la mano de obra de por medio- y se defendieron, pero después las diputadas, que primero tenían un discurso prohibicionista, modularon su tono para negociar y sacar adelante la iniciativa sin echarse al sector encima.

Ahora, resultado de este estira y afloja, las legisladoras hablan de sí seguir haciendo bolsas pero biodegradables, y hasta sacaron un boletín diciendo que hubo “confusión” de la gente al hablar de que se prohibían cuando en realidad lo único que regula la iniciativa aprobada es restringir el uso de plásticos de un solo uso que no provengan de reciclaje o de materiales que se degradan a corto plazo.

De hecho, también salieron los empresarios de la mano de las diputadas a pedir que no se satanice el uso de las bolsas plásticas porque, según José Anguiano Hernández, en Arandas se hace este producto con material biodegradable. Lo que ellos no enfatizaron es que el cliente a la fecha no puede tener certeza de qué bolsas realmente son de este tipo de materiales y cuáles son directamente de polietileno, que pueden durar siglos sin degradarse.

Además, para fines de sustentabilidad, la reducción de todo tipo de residuos es un eje básico, y ahí entran los envases o envolturas artificiales sea del proceso productivo que sea; ya en el pequeño porcentaje que no se puede evitar entonces entrarían estos biodegradables.

Ahora bien, las reformas a la ley entran en vigor el 1 de enero de 2019 y se tendrá que emitir, primero, una norma técnica estatal y a partir de ahí, cambios a los reglamentos municipales para que se armonicen y estén en condiciones de sancionar a quienes no utilicen productos desechables (bolsas, popotes, platos, vasos) de material no reciclable o biodegradable a partir de 2020, por lo que el siguiente paso, por parte de la gente y los funcionarios, es empezar a dar celeridad al engranaje legislativo y a acelerar el cambio de hábitos, para ayer.

Cargar con bolsas de tela, cajas, canastas, tuppers, botellas y termos tendrá que ser el día a día de los jaliscienses para ir a hacer el súper, a los tacos para llevar, al café para el trabajo o simplemente cargar con alguno de éstos para los mandados imprevistos durante el día.

Sí es una buena noticia que Jalisco se sume a estas iniciativas restrictivas, hay que decirlo con todas sus letras y asumirlo, además, pero no olvidemos que vamos tarde: a 21 años de haberse descubierto la primera isla de plástico en el Océano Pacífico Norte. Ya pasaron dos décadas como para ponernos a regatear.

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da/i