Duelo y fobias, temas de terror en el CUCS

Con motivo del 2 de noviembre, Día de Muertos, el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), celebró ayer en honor a la muerte. Más allá de los eventos tradicionales como altares, desfiles de catrinas y gastronomía típica de este día, la fiesta arrancó ayer con dos ponencias a cargo de la división de Psicología de este centro universitario.

Comida, bebida, desfiles, música y color, describieron el arranque de esta festividad. La apertura oficial estuvo a cargo de las autoridades y directivos de CUCS con una amplia asistencia del alumnado, para que luego del acto protocolario se siguiera de fila la primera ponencia del día, a cargo de Francisco Gutiérrez, del Departamento de Psicología Básica de la UdeG, cuyo tema central fue la tanatología y el duelo en sus distintas aristas y etapas.

A decir del experto, el duelo es aquella sensación y padecimiento tras la pérdida física o moral de un ser querido, y sus derivaciones van desde la muerte, separación o incertidumbre de desaparición, tocando en este último apartado a los casos de personas no encontradas, tocando el tema de los cadáveres en tráileres que se suscitaron en los últimos días en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).

El duelo, dijo, es un padecimiento emocional que bien debe ser tratado terapéutica o médicamente, de acuerdo a sus orígenes y afecciones, y el tiempo estimado para superarlo, puede irse hasta las 12 semanas, aunque existen pacientes que pueden llegar a superarlo antes, o bien, tardar más. Es en este caso cuando el acercamiento con un especialista, será necesario, y no sólo el apoyo moral de amigos, pareja o familiares.

Combatir fobias o agudizarlas

En otra de las ponencias, la directora del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica, Martha Catalina Pérez González, mencionó que el gusto por asustarse se tiene gracias a una satisfacción que se produce en el organismo.

Espectros, monstruos, vampiros y personajes del cine y la televisión forman parte de los recorridos de horror que se realizan en la ZMGy que buscan hacer realidad las pesadillas de las personas que acuden a verlas.

“Nos hemos ajustado a un ritmo acelerado, lo que eleva nuestros niveles de tolerancia al estrés, por lo que buscamos esa emoción para tener un desenlace placentero. Al finalizar esa actividad se nos da una satisfacción o placer”, detalló.

 Las casas del terror y maratones de cine de miedo siempre poseen elementos estereotipados que buscan poner a las personas al límite de sus emociones, gracias a la incertidumbre que se deriva de la música y simbolismos.

 “En nuestra vida cotidiana tenemos actividades que nos ponen en tensión, pero finalmente no resultan positivas ni tan satisfactorias como esperamos. Cuando nos involucramos en atracciones de terror, éstas nos ponen en niveles más elevados en la búsqueda de las emociones”, dijo.

 Señaló que estos llamados “cuartos de escape” permiten que, ante situaciones extremas de estrés, las personas den soluciones para salir de estas circunstancias terroríficas por medio de la lógica y la coherencia; por lo que estos miedos pueden ser enfrentados para ser vencidos.

 “Pero, lamentablemente, la sobreexposición a este tipo de problemas puede generar que la persona no tenga una asimilación adecuada y, en cambio, se agudicen más sus fobias o medios”, indicó la especialista.

DEL DÍA. La primera ponencia, a cargo de Francisco Gutiérrez, del Departamento de Psicología Básica de la UdeG, cuyo tema central fue la tanatología y el duelo en sus distintas aristas y etapas.
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Afectaciones

Autoridades del CUCS no minimizaron el hecho de asistir a recorridos nocturnos en panteones, a casas del terror o matinés de cine, pues personas con problemas cardiacos o manipulables pueden presentar afectaciones metabólicas si son parte de situaciones altas de estrés.

 La realidad es que sí hay gente que puede morir de miedo, que tiene cardiopatías, puede tener circunstancias de estrés postraumático o accidentes cerebro–vasculares.

El jefe del Laboratorio de Violencia, del Departamento de Sociología, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), doctor David Coronado Arias, compartió que este tipo de atracciones resultan lucrativas, e incluso aproximan a la normalización de la violencia.

 Puso como ejemplo que los sujetos gritan cuando ven una imagen fuerte, pero cuando vuelven a ver las mismas imágenes las emociones tienden a disminuir, la sensibilidad va a la baja; es decir, el miedo se naturaliza y uno se hace insensible.

 Coronado Arias refirió que estas atracciones combinan crueldad, seducción y violencia, generando una adicción, ya que producen adrenalina; por lo que invitó a que se tenga conciencia sobre el consumo y participación en este tipo de espectáculos que aproximan a experimentar emociones de alto nivel. Redacción

JJ/I