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Bebida de autor en Café Gato Negro

Como en casa. El dueño ha decidido mantener el toque hogareño, donde mesas y sillas de madera, paredes con objetos antiguos y una pianola forman parte de la identidad de las estancias del lugar. (Fotos: Grisel Pajarito)

Un buffet estilo mexicano, pan dulce y un buen café de autoría son algunos de los alimentos que pueden degustarse por la mañana en Café Gato Negro, lugar que desde 2012 ofrece toda una experiencia a sus comensales.

Ubicado en una casona ubicada en el número 59 de la calle Emeterio Robles Gil de la colonia Americana, esta cafetería atrapa de inmediato a sus visitantes, pues desde la fachada se puede observar su decoración, que es “como estar en la casa de la abuelita”, describió Óscar Fuentes Morquecho, quien tomó las riendas en 2014 del Gato Negro.

“El café fue idea de mi hermana. Se trajo el concepto y el nombre de un café en Argentina. Dos años después me lo pasó a mí y le di un rediseño”, mencionó Fuentes Morquecho.

No cuesta mucho deducir que para Café Gato Negro, el eje principal es precisamente el café, por lo que además de ofrecer las tradicionales bebidas a base del mismo, cuentan con cinco de autoría que se unen al ambiente tradicional y gourmet del lugar. Tres de ellas son las más pedidas.

“Una de ellas es el Espresso gato negro, que lleva Nutella, salsa de chocolate, nuez moscada, dos cargas de espresso y leche. De mis preferidos, el Latte Masala, con salsa de caramelo, clavo, naranja, dos cargas de espresso y leche. En frío, tenemos el Ginger shake, que lleva  vino blanco, una infusión de té de champagne, fresas, agua mineral y un toque de jarabe natural”, describió el propietario.

La comida es el segundo punto importante para Fuentes Morquecho, pues además de operar la cafetería, funge como el cocinero, por lo que se ha preocupado por renovar constantemente el menú. Actualmente se puede disfrutar de desayunos buffet por las mañanas y alimentos a la carta con estilo gourmet en tardes y noches.

“Algo que nos caracteriza son nuestras donas, que son horneadas. Yo le digo a la gente que si no les gustan, no me paguen y no han fallado. Lo que siempre se sirve son chilaquiles,  frijoles, huevos, huaraches, tacos de barbacoa, entre otros. Platillos con carne como el mole, chicharrón, tinga,  lengua, que se varían cada tres días”, explicó.

Por las tardes, los platillos a la carta son la opción, en los que se ofrecen propuestas económicas y sofisticadas, tales como un lomo en salsa de tamarindo con un puré de chícharos, quesadillas en masa de plátano, ceviche con zetas, entre otros.

Una casa con historia

La comida y el café no son los únicos atractivos del lugar, pues la casa en la que se ubica el Café Gato Negro también es una protagonista no sólo por las características que guarda por ser un edificio antiguo, sino también porque perteneció a la familia del director de cine Guillermo del Toro.

“Anteriormente, este lugar tenía un decorado mucho más acogedor y pensado en la cuestión del café, por lo que se tenían muchas antigüedades. Es una casa de 1900 y los dueños, por muchos años, fueron de la familia de la mamá de Guillermo del Toro; de hecho, en su tercera charla del FICG pasado, habló de esta casa”, contó Fuentes Morquecho.

En la parte superior, la casa tiene una terraza que, narró el dueño, tenía una estructura con polines de madera grabados. “En una ocasión vino una persona que era amigo de Del Toro y me decía que los grabados de esos polines salen en El laberinto del fauno y, aunque se deterioraron, me negué a quitarlos. Incluso, ahora que remodelaremos, ahí se van a quedar”.

Hasta la fecha, el dueño ha decidido mantener el toque hogareño, donde mesas y sillas de madera, paredes con objetos antiguos y una pianola forman parte de la identidad de las estancias del lugar.

Un nuevo concepto

Séptima vida será el nuevo nombre que llevará esta cafetería, pues Óscar Fuentes Morquecho ha decidido traspasar el lugar, por lo que Ernesto Díaz será el nuevo propietario.

Díaz expuso que la idea no es cambiar el concepto del café, sino reforzar y fusionar un menú innovador con la antigüedad de la casa; es por esto también el nuevo nombre, que busca seguir con la idea.

“La queremos pulir, sacar esa nueva vida de la antigua; es decir, detalles contemporáneos para que convivan con la casa. La comida va directamente ligada a esta tendencia y sumarnos a este espacio un roof  garden, en el que ofreceremos cerveza de barril. La mañana se conserva con el buffet y por la tarde se quiere algo más fresco”, comentó Ernesto Díaz.

Martes a domingo, buffet desayuno: 9 a 13 horas

Martes a sábado, café/bar: 15 a 23 horas

da/i