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Pagar impuestos es cosa de pobres

“En este mundo nada puede tenerse por seguro, excepto la muerte y los impuestos”. Es una frase que con frecuencia se le atribuye al político e inventor estadounidense Benjamín Franklin (él la escribió en una carta en 1789, pero hay registros de citas parecidas desde 1716).

Como sea, esas palabras dejan claro que los impuestos son vistos como una realidad ineludible desde hace varios siglos.

Los gravámenes “tienen gran importancia para la economía de nuestro país, ya que gracias a ellos se puede invertir en aspectos prioritarios como la educación, la salud, la impartición de justicia y la seguridad, el combate a la pobreza y el impulso de sectores económicos que son fundamentales para el país”, explica el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en su página de Internet.

Quienes más ganan (gracias a su talento, pero también al esfuerzo de sus trabajadores, los recursos naturales de la nación y las facilidades que otorga el gobierno) deben pagar una tasa impositiva igual que la de los demás.

Esto resulta en que el que más obtiene paga más y ese dinero ayuda a todos; sí, a través de programas sociales, pero también de la construcción de carreteras y puertos con los que podrán seguir haciendo negocios, y de cuerpos policíacos que claramente se preocupan más por la seguridad de quienes más recursos tienen.

Pero algo se torció en el camino. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una de las cinco comisiones regionales de las Naciones Unidas, calcula que la tasa impositiva media efectiva para el 10 por ciento más rico en la región sólo equivale a 5 por ciento de su ingreso. Ahora compárelo con el porcentaje que paga usted.

“Gran parte de esta riqueza se mantiene en el extranjero, en paraísos fiscales, lo que significa que una porción muy significativa de los beneficios del crecimiento de América Latina está siendo acaparada por un pequeño número de personas muy ricas, a costa de los pobres y de la clase media”, afirma el organismo en su estudio recientemente publicado Tributación para un crecimiento inclusivo.

Por eso es tan importante darle seguimiento a las investigaciones que se desprendan de los Papeles de Panamá (panamapapers.icij.org), más de 11 millones de documentos que actualmente son analizados por periodistas de más de 100 países y en los que se detalla cómo empresarios, políticos, narcotraficantes y celebridades han creado complejas estructuras para esconder sus fortunas fuera del alcance de las dependencias fiscales.

En México, algunos de los nombres revelados incluyen al dueño de Grupo Higa, los socios de Oceanografía y directivos de Televisa y TV Azteca.

Del seguimiento que el SAT haga de estas investigaciones y, en su caso, de sus sanciones (ya dijeron que pueden tardar un par de años) podría depender la confianza de una población ya de por sí muy renuente a pagar sus impuestos.

Mientras, podemos decirle al señor Franklin (o a quien sea que acuñó la frase), que pagar impuestos es tan seguro como la muerte... sólo si no se es suficientemente rico.

*Editor de las secciones Empresa y Tecno en El Diario NTR y profesor universitario

 

@gabrielorihuela | [email protected]