Miopía sentimental

El video se titula Ex estudiantes sorprenden a sus viejos maestros. Ha sido visto millones de veces y lo califican como un gran tributo a la docencia.

Pero se trata de un comercial.

Las imágenes incluyen a maestros en un salón vacío y les preguntan qué es lo que aman de su profesión. Y a sus respectivos ex alumnos, de qué forma ellos influyeron en sus vidas.

Luego aparece un texto en inglés: “And had one more surprise in store”. En un lenguaje común se traduce como “y tenían reservada una sorpresa”. Pero su traducción literal también es: “… una sorpresa en la tienda”.

Entonces, los orquestadores del video reúnen, luego de años, a ex alumnos con maestros, e inmediatamente se funden en abrazos.

Las lágrimas no aparecen ahí. Llegan cuando uno de los ex estudiantes entra en escena con una MacBook Pro. Es la herramienta con la que le enseña al maestro otros videos de agradecimiento, del resto de sus compañeros.

No es una pantalla, no es un teléfono: es una computadora.

Para ellos, la gran sorpresa es su rencuentro y las felicitaciones que el maestro ve. Para el espectador, sin que lo sepa, la sorpresa es la nueva MacBook.

La computadora fue presentada apenas días antes de este video, celebrando sus 25 años. Apple, que reportó baja de ventas de su Iphone, la anunció con fuerza como la más ligera, delgada y poderosa.

Otro ejemplo. En un video viral más viejo también se reúne a ex parejas después de años, con la misma fórmula: una cita sin saber que van a reencontrarse.

En esa emotiva reunión, lo que secretamente nos vendían era ropa: los jóvenes usaban distintas prendas, pero de la misma marca.

No hay tal experimento social, sino un juego de identificación: en la vida todos han tenido un ex o algún maestro querido.

Y los dos ejemplos muestran nuestra cultura actual engañada por la publicidad. Una cultura que ve mucho, pero observa poco.

El éxito de estas compañías ha sido no anunciar sus marcas tan evidentemente, pero tener presencia en un momento clave: el momento de las lágrimas.

El maestro del video llora a partir de que aparece la Mac. Si se ve esa imagen por sí sola, parece que está sensible porque se la regalaron.

Así nos vende cosas la publicidad. Con sentimentales experimentos sociales que replicamos.

Y tampoco es coincidencia que lo hagan antes de la Navidad.

@los21fosfenos

DN/I