Crece violencia en planteles de UdeG

La incidencia delictiva se incrementó en más de 50 por ciento entre 2015 y 2016 dentro y fuera de los planteles de la Universidad de Guadalajara (UdeG), específicamente en aquéllos localizados en la zona metropolitana.

De acuerdo a las cifras proporcionadas por la Jefatura de la Unidad de Análisis y Vinculación de la Coordinación de Seguridad Universitaria de la UdeG, de 201 delitos en 2015 pasó a 316 el año pasado.

Según explicó Montalberti Serrano Cervantes, coordinador de Seguridad Universitaria, los delitos se presentan mayormente al exterior de los núcleos de estudio, principalmente asaltos con arma de fuego y blanca, además de acoso sexual a estudiantes, que en su conjunto representaron casi 80 por ciento durante 2016.

Por otra parte, la incidencia al interior de los centros universitarios se conforma principalmente de robos patrimoniales, en específico 66 casos durante el año anterior.

“En la Universidad hemos hecho una propuesta basada en la educación con talleres preventivos destinados a promover y fortalecer una nueva cultura de autoprotección, denuncia y sensibilización de la problemática de la inseguridad”, dijo Serrano Cervantes.

En específico está la estrategia Programa Universidad Segura, mediante la que se imparten talleres desde 2010. Pese a esto, el problema trasciende las puertas de los centros universitarios.

Según los datos proporcionados, los planteles de la UdeG ubicados en Guadalajara fueron los que más incidentes internos y externos experimentaron durante 2016.

De las 316 incidencias reportadas, 157 fueron externas y ocurrieron en Guadalajara, casi 50 por ciento del total. Esto concuerda con los casos de asaltos y robos reportados en la Escuela Politécnica y las preparatorias 2 y 4, así como las inmediaciones de estos planteles.

Serrano Cervantes informó que además de los asaltos y acoso sexual, hay delitos de alto impacto que afectan a la comunidad, como privaciones de la libertad, desapariciones, amenazas y extorsión.

Para el funcionario universitario, la inseguridad que viven los estudiantes de la UdeG es la que experimenta el resto de la población, producto de una crisis social, económica y de valores, “las calles de la ciudad se vuelven más violentas, hay menos oportunidades y de acceso a oportunidades”.

Como segundo factor, afirmó, el nuevo sistema de justicia penal acusatorio “hace agua y no garantiza en lo posible la seguridad de los ciudadanos”, esto pese a las propuestas generadas en todos los niveles de gobierno.

Agregó que a estos dos factores se suma la ausencia de cultura de la denuncia por parte de la ciudadanía que padece de delitos del fuero común, como robos o agresiones.

No revisarán mochilas

Ante lo suscitado en Monterrey, la Universidad de Guadalajara (UdeG) no revisará las mochilas de sus alumnos como una medida de seguridad, pero sí supervisará las condiciones que protejan a sus estudiantes y se analizará el tema en la red universitaria.

La UdeG cuenta con un protocolo de seguridad que brinda el auxilio pronto en cualquier situación de riesgo; éste obliga a un directivo a llamar a la fuerza pública y hay una cadena de mando. Además, los alumnos que cuentan con seguridad social, casi 90 por ciento de ellos, tienen cobertura en caso de afectación.

“Lo que tenemos que hacer es un poco más estrictos y completar las labores (de seguridad). ¿Va usted a revisarle a cada estudiante su mochila? Yo digo no, no tenemos capacidad ni posibilidad de hacerlo, pero a través de sus profesores vamos hablar con los estudiantes. Creo que las medidas punitivas tienen muchas limitantes”, aseguró el rector de la Universidad, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla.

Agregó que aunque se habla de revisión de mochilas, de programas de aseguramiento, de no presencia de armas, consideró que es una parte de atención, pero quizá no la más importante, sino que se debe trabajar en los códigos de ética, en qué pasa en la comunicación en la época de las tecnologías de la información, particularmente de las redes sociales.

Sobre los hechos en el colegio de Monterrey, expresó su solidaridad con la maestra herida y los alumnos afectados.

“Es un hecho lamentable, no hay peor cosa que pueda ocurrir a la sociedad que sus jóvenes, alguien empuñe un arma y ciegue la palabra y pensamiento. Es un hecho que consterna desde todos los puntos de vista. Nos debe llevar revisar lo que estamos haciendo como sociedad. La reacción frente a esos hechos no debe de ser ni coyuntural ni parcial”.

Liliana Razo

Cifra:

316 delitos tiene registrados la Universidad en 2016 contra sus alumnos

HJ/I