Colocan estructuras en el Centro Cultural El Refugio

Sin contar con el aval del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), el Ayuntamiento de San Pedro Tlaquepaque colocó cuatro estructuras metálicas en las paredes del Centro Cultural El Refugio.

Estas mamparas, dos ubicadas sobre Donato Guerra, una en Prisciliano Sánchez y la otra en Contreras Medellín, contienen la cartelera y agenda de actividades de este espacio cultural.

Las estructuras están en la herrería de las ventanas sin afectarlas, pues se usaron ganchos y abrazaderas para sujetarlas.

El director de Cultura del Ayuntamiento de Tlaquepaque, Ricardo Duarte Méndez, admitió que no cuentan con permiso del INAH para montar estas estructuras.

“No hemos solicitado permiso al INAH, en algunos otros proyectos sí (…) pero es un uso común que busca, por un lado, que estas estrategias de comunicación de la actividad que sucede en los edificios se lleve de la manera más ordenada y adecuada y buscando el cuidado de los inmuebles”, comentó.

Sin embargo, si el instituto les requiere retirar estas estructuras o solicitar el permiso correspondiente lo tendrán que hacer.

Personal del INAH señaló que todo ese tipo de instalaciones en los edificios históricos deben ser reversibles y afectar en lo menos la estructura original.

Duarte Méndez aseguró que las carteleras no dañan el edificio, pues las soldaduras no están en la herrería, sino en la propia estructura.

“Se cuidó el tema de los ejes y se pusieron en los puntos focales, que son los de mayor circulación, (…) las estructuras no están soldadas en la herrería, no toca la herrería sí está sujeta porque debemos cuidar que no vaya a haber un desprendimiento, es totalmente reversible”.

El director de Cultura señaló que se tomó la decisión de hacer este tipo de carteleras debido a que, anteriormente, las exhibiciones y eventos que había en El Refugio se colgaban de los elementos arquitectónicos que tiene el edificio en el techo, además de que se ponían clavos en la pared para agarrar las cuerdas que sostenían las mantas.

No invaden

Duarte Méndez comentó que en el perímetro del inmueble hay 79 ventanas y las estructuras sólo cubren 10, lo que representa 12.6 por ciento.

“Proporcionalmente tampoco es tan invasivo, pero ayuda a la imagen urbana y a la protección del edificio, porque anteriormente se pegaba en todos lados de manera indiscriminada”, dijo.

El funcionario dijo que paralelo a estas estructuras, que se instalaron hace una semana y tuvieron un costo total de 80 mil pesos, se está haciendo un documento con los criterios de utilización del espacio.

En este texto se establece lo que se puede y no hacer dentro del recinto, como los niveles de sonido permitidos, de dónde se pueden fijar estructuras, los horarios, montaje y desmontaje, así como temas de seguridad y protección civil.

Al no haber un criterio para el cuidado y conservación, dijo, cuando hicieron una intervención en el edificio encontraron algunos daños superficiales en los componentes arquitectónicos, como desprendimiento de pintura, enjarres y otras afectaciones menores que ya fueron reparadas.

EH/I