¿Libertad de expresión?

Estados Unidos siempre se ha caracterizado por ser una nación en donde la vida política, social y económica se entrelaza libremente con los medios de comunicación, a los cuales siempre se les ha permitido explorar la información sin restricciones, con autonomía y hasta un poco de osadía, porque lo mismo pueden criticar abiertamente a cualquier ciudadano que al mismo presidente. Hasta que llegó Trump.

Y es que poco a poco las cosas están cambiando, ya que si bien no hay manera de que en esa nación se pueda aplicar la ley mordaza porque los medios tienen un gran poder, lo que está ocurriendo es que el polémico presidente parece no saber cómo enfrentar de forma sensata y responsable las críticas de los medios y la información proveniente de éstos, y su única reacción es señalar a la prensa y acusarla de ser el gran enemigo del pueblo estadounidense.

Este comportamiento ha sido fuertemente criticado por quienes consideran que lo único que demuestra ésta actitud es que Trump tiene la piel muy delgada y no resiste las críticas o que tiene temor a la información que  puedan averiguar acerca de él, y quizás por esto busca evitar que algunos medios tengan acceso a sus asuntos.

Esto podría explicar porque se impidió la entrada a un evento dentro de la Casa Blanca, donde la prensa tendría contacto fuera de cámaras con el portavoz Sean Spicer, a varios medios como CNN, The New York Times, BBC, Político y Los Angeles Times, provocando el inicio de un movimiento en el que varios medios buscan unir fuerzas, como sucedió con los Panama Papers, cuando periodistas de todo el mundo juntaron sus investigaciones para dar a conocer el famoso reportaje que sacudió el mundo, aunque en esta ocasión sería para obtener información que pueda poner en jaque a la Presidencia.

Pero el conflicto parece no terminar con este hecho, ya que incluso Trump declaró que en contra de la tradición,  había decidido no asistir a la Cena de Corresponsales en la Casa Blanca, la cual se celebra año con año, con la intención de recaudar fondos para becas de periodismo, lo cual demuestra el poco o nulo interés que tiene el presidente de Estados Unidos para alentar o favorecer la información, por lo que seguramente de este tema que apenas empieza iremos viendo nuevos hechos de los cuales hoy se desconocen las consecuencias. Podría convertirse en la piedra en el zapato o en la estocada final de una presidencia que parece más frágil que una cúpula de cristal.

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DN/I