En Jaque

Esta semana el mundo mira con expectación, preocupación, y por qué no decirlo hasta miedo, como la bravuconería y soberbia de dos mandatarios, impera sobre la razón y como se dejan de lado los acuerdos, se evitan los diálogos y se olvidan las soluciones pacíficas. Donald Trump y Kim Jong-un mantienen abierta la posibilidad de un enfrentamiento nuclear, como si no se estuviera hablando de la peor amenaza a la paz mundial de los últimos tiempos.

El nivel de tensión se ha elevado de forma preocupante en las últimas semanas, sobre todo después de que el gobierno de Trump, enviara un portaviones nuclear, así como una flota de dos destructores y un crucero rumbo a las costas de la península coreana, lo cual evidentemente es una amenaza directa al régimen de Jong-un quien dijo estar preparado para un enfrentamiento nuclear, amenazando incluso con lanzar una bomba termonuclear H, que a decir de él podría destruir el planeta si se lanzaran 3 ó 4 de ellas. Estas declaraciones han sacudido al mundo y han provocado que gobiernos como los de China y Rusia desplieguen sus tropas en la frontera con Corea del Norte, porque consideran que las amenazas son reales.

Aparentemente los únicos preocupados por la crisis somos los ciudadanos, ya que pareciera que los dos dirigentes están discutiendo sobre una disputa cualquiera y no un grave problema internacional, que puede cambiar el curso del mundo. Incluso  Trump ha hecho uso de Twitter para “proponer una solución” al conflicto, con la misma informalidad e intención mediática como lo ha hecho siempre. A través de esa red social comentó que si China quisiera podría solucionar el conflicto al ser el sostén de la economía de Corea del Norte, demostrando una vez más su incapacidad para manejar este tipo de problemas a través de medios políticos y de un diálogo maduro y serio entre gobiernos. Para Trump, Twitter se ha convertido en su principal forma de hacer gobierno, ya que lo mismo habla de los temas migratorios o sociales, que de los conflictos internacionales, evidenciando que le falta mucho por comprender, ya que con sólo 140 caracteres y un mensaje mal encausado, puede desatar una guerra.

Pero, mientras Trump le lanza la papa caliente a China y se mantiene tuiteando sobre ello, la realidad es que el líder norcoreano se ha caracterizado por tener una forma extrema de resolver los problemas, por lo que tenemos que estar muy atentos a lo que suceda en la península norcoreana en los próximos días y el impacto que esto podría tener en la paz del mundo.

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