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‘A la basura’, dinero para prevenir delito

Sin evidencia. En la colonia no hay indicadores contundentes que muestren la efectividad del programa. (Foto: Humberto Muñiz)

Se desaprovechan recursos federales. Sin objetivos y excluyendo a la sociedad, se realizaron acciones en la zona Oblatos con dinero del Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred), concluyó un análisis realizado por México Evalúa.

El estudio Prevención del delito en México ¿Cómo se Implementa?, creado por la asociación civil, reveló que a pesar de que se destinaron 430 millones 294 mil 431 pesos para prevenir la violencia en la Zona Metropolitana de Guadalajara desde 2013, los resultados no son evidentes.

“Ninguna de las acciones que encontramos tiene diagnósticos precisos para determinar dinámicas delictivas, de violencia o de comportamientos antisociales, y en este sentido creo que tampoco se pudieron diseñar políticas públicas o acciones justamente que detectaran este tipo de problemas y pudieran resolverlas”, explicó el coordinador del programa de Seguridad de México Evalúa, Jonathan Furszyfer.

México Evalúa revisó ocho de las 13 acciones preventivas realizadas en la colonias Oblatos, secciones uno, dos y tres; Oblatos Anexo; Río Verde Oblatos; Santa Rosa, Santa Cecilia uno, dos y tres; así como Circunvalación Oblatos, secciones uno y dos.

Descubrió, por ejemplo, que el proyecto metropolitano de Arte Urbano para apropiación del espacio público resultó vistoso pero disperso: se pintaron murales sin definir para qué. “La sola intervención de los muros en la comunidad por parte de actores ajenos a la misma difícilmente tendrá un impacto en la prevención de la violencia”, se consigna en el análisis.

Sin enfoque

Asimismo, los talleres no fueron dirigidos a la población en riesgo. “Entre los más jóvenes, que es el grupo más vulnerable para, no sólo vincularse con redes organizacionales, sino también de ser víctimas de las mismas”, explicó el integrante de México Evalúa.

Entre los asistentes al Programa Metropolitano para Jóvenes había personas con licenciatura, ninguno residente de Oblatos: “Los jóvenes de este grupo reconocieron la paradoja de que fuesen ellos egresados de una escuela privada, donde las colegiaturas rondan los 4 mil pesos mensuales, los beneficiarios de un ‘programa gratuito’ de capacitación”, asegura el estudio.

A pesar de que el taller era dirigido a emprender un negocio, los capacitadores dieron a entender que las personas de Oblatos no pasarían del nivel de empleados.

Maestros sin experiencia

Por otro lado, las empresas encargadas de llevar a cabo los proyectos no tenían la experiencia necesaria. El recurso de Pronapred es enviado al gobierno del estado, que a su vez entrega el dinero al Ayuntamiento de Guadalajara y éste realiza licitaciones.

En 2015, la empresa Catalis se encargó del Programa Metropolitano para Mujeres; el estudio descubrió que algunos de los capacitadores propuestos no se acreditaron y tenían vínculos familiares con personas de la empresa. Uno de ellos, el tallerista de huertos urbanos, les dijo a las beneficiarias que “él no estaba de acuerdo con el empoderamiento de las mujeres porque eso es lo que está ocasionando tanto feminicidio”.

“Quieren entrenar a personas por un par de semanas simplemente para sacar la urgencia del proyecto, pues no vas a tener ningún resultado tangible”, denunció Jonathan Furszyfer.

A pesar de que el recurso federal de Pronapred fue cancelado, México Evalúa espera que el diagnóstico sea aprovechado por las áreas de prevención del delito de los ayuntamientos.

Ni se enteraron

De acuerdo con el diagnóstico Pronapred 2014, realizado por el Ayuntamiento de Guadalajara y citado por México Evalúa, 70 por ciento de las personas entrevistadas manifestaron estar dispuestas a participar en su colonia en actividades relacionadas con la prevención del delito.

Sin embargo, la falta de difusión de las acciones es una de las fallas localizadas por el estudio Prevención del delito en méxico ¿Cómo se implementa?

Quince personas de las colonias Oblatos Río Verde y Santa Cecilia aseguraron a El Diario NTR Guadalajara que no escucharon de los talleres y programas realizados por el ayuntamiento para prevenir el delito.

Mientras pintaban una casa en la calle Hacienda de los Laureles, Ángel y otros cuatro jóvenes aseguraron que, aunque se hubieran enterado, no acudirían a las acciones emprendidas para prevenir la violencia.

“La verdad no me gusta a mí nada de eso, pura calle nomás, pura calle y drogas”, reconoció Ángel y expresó su desconfianza en las autoridades, “nomás nos quieren rastrillar, nomás nos quieren robar”.

Por su parte, Luis, quien estaba en el parque Juan Soriano de Santa Cecilia, reconoció que el estímulo económico de los talleres lo alentaría a ir. Para Fabiola, cualquier taller que mantenga entretenidas a las personas puede ayudar a prevenir la violencia.

“Ahí en el templo les enseñan a tocar la guitarra, a canto, a hacer oración también, puro de eso, lo que sería la religión, pero también son abiertos a hacer equipo de futbol, a que haya convivencia entre ellos; hay veces que se junta bastante grupito, a veces se ven poquitos, y es como todo, se acaba la emoción”, coincidió Rita Macías.

La mujer lamentó que cada vez son más jóvenes las personas que se dedican a delinquir, “de 13 ó 14 años, chicos, muchachillos y ya andan también con la droga, se juntan con los más grandes y en veces vienen las patrullas y los chiquillos son los que van y llevan el pitazo, a avisarles a los otros”.

¿Funcionan las revisiones preventivas?

A propósito de las revisiones para prevenir el delito, como las realizadas por la Unidad de Información para la Prevención del Delito (UIPD) de la comisaría de Guadalajara, el coordinador del programa de Seguridad de México Evalúa, Jonathan Furszyfer, aclaró que no existen evidencias de que éstas prevengan el delito.

“Lo que conocemos es que se hizo, se llama stop and frisk en Estados Unidos, que es pues detener y revisar; en Nueva York, lo que generó fue que muy pocas veces se encontró drogas, pistolas, etcétera, y lo que más bien conllevó es que la población local desconfiara mucho más de la Policía y rompiera ese vínculo comunitario que tienen con ellos”.

Además, existen sesgos humanos que pueden afectar la elección de los policías a la hora de detener personas para revisarlas.

Observaciones

 

 

JJR/I