Opera a medias la planta Agua Prieta

La macroplanta de tratamiento de aguas residuales que costó tres mil millones de pesos y dispararía el saneamiento en la Zona Metropolitana de Guadalajara y Jalisco, Agua Prieta, no ha alcanzado su objetivo a días de cumplir tres años de su inauguración: al día de hoy, opera a 56 por ciento de su capacidad, lo que implica que al menos 3 mil 730 litros por segundo de aguas negras se siguen descargando al Área Natural Protegida Barranca del Río Santiago.

El 22 de julio de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto, el gobernador Aristóteles Sandoval y el entonces titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, presumieron en un evento protocolario en Zapopan que Agua Prieta era capaz de sanear 8 mil 500 litros por segundo, siendo en ese momento la infraestructura más potente del país.

Sin embargo, aclararon que por falta de un colector, trabajaría temporalmente con 6 mil 500 litros por segundo, a la espera de que en 2015 hubiera recursos por mil millones de pesos para construir un interceptor que trajera el volumen faltante del oriente de la ciudad, desprovisto de tratamiento.

A tres años de distancia de esa fecha, la respuesta a una solicitud de transparencia hecha a la Comisión Estatal del Agua (CEA) revela que la macroplanta nunca llegó ni siquiera al volumen que se anunció de arranque (6 mil 500 litros) ni se consiguió el dinero para terminar la infraestructura pendiente, de manera que a la fecha solo trata 4 mil 770 litros por segundo y, por ende, 3 mil 730 litros se escapan crudos hacia el ya de por sí contaminado río Santiago.

Incumplen

La subutilización de Agua Prieta repercute en la promesa del gobernador respecto a que la Zona Metropolitana de Guadalajara tendría un porcentaje de 79 por ciento de saneamiento una vez que la planta alcanzara su máxima capacidad; al estar a la mitad, su cumplimiento sería de 40 por ciento. De acuerdo al sistema de indicadores Mide Jalisco, el tratamiento actual de aguas crudas a nivel estatal sería de 59 por ciento de una meta de 60 por ciento, según dicho portal.

“Se cristaliza un hecho histórico, sin precedente, para el estado de Jalisco, donde se va a tratar 79 por ciento de las aguas de toda la zona metropolitana. En un hecho sin precedente, lo señalo, porque es una hazaña técnica lo que se está logrando en ésta planta de Agua Prieta”, declaró entonces Sandoval Díaz en la inauguración dentro de las instalaciones de la planta, en 2014.

“Aquí se va a poder tratar 8.5 metros cúbicos (8 mil 500 litros) por segundo, donde vamos a tratar casi 52 por ciento de todas las aguas que se tratan en Jalisco en más de 200 plantas, en este espacio se está logrando”, agregó en un evento donde estaba el mandatario federal, gabinete y medios de comunicación.

Peña Nieto agregó que esta infraestructura elevaría el saneamiento a nivel nacional en una proporción de 4 puntos porcentuales, que hace tres años era de 50 por ciento y la meta del sexenio, 63 por ciento.

“La puesta en operación de esta planta permite dar un avance muy importante al pasar de 22 por ciento de tratamiento de aguas que se tenía en la zona metropolitana a tratar casi 80 por ciento de las aguas residuales de la zona metropolitana (…) Con este avance, el país, en cuanto a tratamiento de aguas residuales, significa avanzar en 4 puntos porcentuales, al pasar de 50 a 54 por ciento en el tratamiento de aguas residuales”, dijo el presidente en aquel entonces, lo cual no ha podido ser concretado.

El Ahogado, desbordándose

De acuerdo con la respuesta de la CEA respecto a las dos plantas de tratamiento más grandes del estado, señaló que a la fecha El Ahogado, que opera en El Salto y se diseñó para tratar 2 mil 200 litros por segundo de la cuenca de mismo nombre, está a 110 por ciento de su capacidad al sanear 2 mil 494 litros por segundo, por “el crecimiento de la población de la cuenca”.

Además, señala que esa planta genera 212 toneladas de biosólidos o lodos resultantes del tratamiento del agua doméstica, mientras que Agua Prieta produce 252 toneladas, que se van todos al monorreno de El Ahogado.

La promesa de ambas plantas de tratamiento era que con ellas casi se erradicaría la contaminación del río Santiago, uno de los más dañados a nivel mundial y que ya no tiene vida biológica; sin embargo, la organización Greenpeace documentó en noviembre de 2016 la presencia de 101 químicos que ni siquiera están regulados en la legislación mexicana, pero que son alta toxicidad.

En su informe, la asociación lamentó que ni las dos plantas más grandes, El Ahogado y Agua Prieta, den solución al problema, debido a que fueron diseñadas exclusivamente para tratar aguas domésticas, mientras que el problema principal del Santiago es por descargas industriales.

JJ/I