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Almeyda, con ofertas inoportunas

Sin duda la aspiración de todo ser humano es subir posiciones de acuerdo a la actividad que se desarrolla. Para cualquiera es un anhelo legítimo en el beneficio de mejorar y la competencia que genera alrededor de quienes ejercen la misma o similar función.

Y siempre, la mejor manera de promoverse para alcanzar metas más altas será el trabajar bien. Al ofrecer resultados concretos otros voltearán y se admirarán de la labor realizada, por lo cual se harán propuestas que deberán seducir en el proyecto de trabajo, pero también en lo económico.

En el futbol es muy común que en el caso específico de los técnicos, cuando se entregan resultados positivos (entiéndase triunfos que dan títulos), otros clubes mostrarán interés en sus servicios.

Todo eso es comprensible en el futbol, y en cualquier otro tipo de trabajo. Pero también es típico en un deporte de tanto interés público, y que genera tantos intereses, que los agentes o promotores conocen su oficio y saben en qué momento filtrar información a los medios de comunicación para dar a conocer que existen ofertas por los personajes que representan.

En el caso de Matías Almeyda, ya ha sido muy común que su representante Santiago Hirsig es muy hábil para soltar en los medios de comunicación las ofertas que ha tenido El Pelado.

Inclusive, meses antes de llegar a Chivas su nombre estaba entre los candidatos a dirigir al Atlas cuando la situación ya no estaba bien con Tomás Boy.

Con Chivas, desde 2016 se han hecho públicas ofertas que le han llegado a Almeyda, ninguna tan seductora como la del Rebaño, pero a final de cuentas propuestas que son señal de que su trabajo es reconocido a nivel internacional.

Cuando a alguien le interesa salir, la solicitud que se hace es tener la mayor discreción para evitar conflictos en el lugar donde todavía se labora. Y cuando hay interés por permanecer, nunca está de más hacerle ver a los jefes que existen otras opciones, que hay vida después de su club, por lo cual si desean retenerlo, el trato debe ser bueno para no provocar una salida de una persona valiosa.

Pero también es cierto que insistir en que salgan a la luz pública las ofertas, como la más reciente de San Lorenzo de Almagro, puede llegar el momento en que una persona, en este caso el dueño Jorge Vergara, no esté dispuesto a tolerar más. Y eso es jugar con fuego.

@ofares72

JJ/I