INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

17 categorías, hasta tres campeones

Una de las maneras con las que se mantienen los organismos boxísticos es mediante la sanción de peleas de campeonato, dándoles fe de legalidad y haciendo que sus campeonatos sean válidos ante el mundo.

Dependiendo del trabajo que realicen para la promoción del boxeo, la credibilidad y honradez con que realicen los combates, la transparencia de los mismos y por qué no, por el calibre de los boxeadores que se enfrenten por sus títulos, es el pedigrí que van acumulando y el prestigio que ganan ante el mundo.

El Consejo Mundial de Boxeo tiene los cinturones más codiciados del orbe por la calidad de los boxeadores que convoca, las alianzas comerciales y de exposición que obtienen para la promoción de las peleas de campeonato que organiza. También es uno de los que asegura mejores pagos por reglamento, pues pone un monto mínimo de bolsa a ganar entre los peleadores, lo cual asegura un sueldo.

Pero, de esa cantidad cada entidad boxística se lleva una parte. De ahí que en ocasiones, 17 cinturones (uno por categoría de peso) no sean suficientes para ganar dinero. Entonces aparecen los supercampeones, campeones, campeones interinos (caso de la Asociación Mundial de Boxeo). Campeones, campeones interinos, campeones internacionales, campeones plata, campeones juveniles (caso del Consejo Mundial de Boxeo). Campeones, campeones interinos, campeones internacionales, campeones de la Organización Norteamericana de Boxeo (caso de la Organización Mundial de Boxeo). La única que tiene en forma sólo 17 campeones es la Federación Internacional de Boxeo.

Eduardo Lamazón dice que en tiempos de antaño todo mundo sabía quién era el campeón de cada división porque sólo había uno. Ahora nadie sabe decir quién es campeón de cada peso porque hay muchos en una misma categoría, a veces cuadriplicados debido al número de organismos boxísticos que gestionan el boxeo. Antes las comisiones atléticas administraban eso, por eso sólo había un campeón.

El mismo Lamazón comenta que es una barbaridad eso de ponerle el adjetivo regular o absoluto a un campeonato. Campeón es el que tiene el cinturón, los demás son una burla, señala (palabras más, palabras menos).

Para los boxeadores, esos títulos son como las estrellitas a los niños al kínder. Un aliciente al esfuerzo, porque al final lo que cuenta es la constancia de haberlo cursado. Para los organismos, algunos denominados sin fines de lucro, significa meter dinero a sus arcas, de activar el boxeo a través de mantener a los peleadores interesados en tener algo que mostrar en sus vitrinas, de ver coronado su esfuerzo.

Pero, en tierra de tantos campeones, ¿quién habrá de ser el verdadero campeón?

@AleczTrujillo

JJ/I