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¿Qué se juega en los comicios generales de Chile?

(Foto: AP)

SANTIAGO. Según varios sondeos, Chile seguiría el camino de otras naciones latinoamericanas que han girado a la derecha y en las elecciones del próximo domingo podría triunfar el multimillonario ex presidente Sebastián Piñera, ya que en primera o segunda vuelta enfrentaría a una oposición débil debido a la fragmentación de la centroizquierda que ahora tiene el poder.

En los comicios para definir la sucesión de Michelle Bachelet hay ocho candidatos y el ganador gobernará por un periodo de cuatro años sin derecho a reelección.

Además comenzará a regir un nuevo sistema electoral: el Congreso elevó los diputados de 120 a 155, que se elegirán en su totalidad el domingo, y los senadores se incrementaron de 38 a 50 en dos fases. Este domingo se eligen 23 senadores y se mantendrá la mitad de la Cámara Alta sin renovar. En las elecciones generales de 2021 se elegirán a los senadores restantes para completar los 50.

 

¿CUÁL ES EL ESCENARIO ELECTORAL HASTA EL MOMENTO?

De acuerdo a las encuestas, Piñera acaparó 44.4 por ciento de las preferencias de entre quienes declararon que con seguridad acudirían a votar y en segundo lugar quedó el sociólogo y periodista independiente Alejandro Guillier, con 19.7 por ciento.

Los otros seis candidatos restantes reúnen 20 por ciento de las preferencias.

En Chile hay primera y segunda vuelta. Para ganar en primera se requiere 51 por ciento de los votos y para segunda una mayoría simple. Hasta ahora los sondeos indican que la segunda vuelta será necesaria y, de ser así, se llevaría a cabo el próximo 17 de diciembre.

La abstención es un fenómeno creciente en Chile. En las elecciones municipales de 2016 no acudió a sufragar 65 por ciento de la población habilitada y en las presidenciales de 2013, cuando ganó Bachelet, el ausentismo fue de 59 por ciento.

Actualmente hay 14.4 millones de chilenos habilitados para votar y los especialistas electorales de los partidos estiman que el domingo sufragarán unos 6.8 millones de chilenos, en torno a 45 por ciento del padrón.

Chile sufre una desaceleración económica desde 2014.  Mientras Piñera concluyó su gestión con 5.3 por ciento de crecimiento, Bachelet concluirá con la menor expansión en 27 años, que bordeará 1.5 por ciento, aunque estará dentro del rango estimado por el Banco Central (de 1 a 1.75 por ciento).

En la situación también influyó una baja en los precios internacionales del cobre, del que Chile es el mayor exportador mundial, y la desaceleración de la economía China, principal comprador del mineral chileno.

Pese a la situación, la inflación se mantiene controlada.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2018 la economía se fortalecerá por la mejora en los precios del cobre y un mayor gasto público.

El próximo gobierno enfrentará un ciclo de agitación social. En 2011, el gobierno de Piñera se tambaleó por la presión de miles de estudiantes que exigían educación gratuita y de calidad, así como una rebaja en los intereses de préstamos bancarios estudiantiles.

Bachelet básicamente llegó al poder con la promesa de resolver esta situación, pero sólo cumplió parcialmente sus objetivos y la gratuidad aún no ha sido aprobada por el Congreso: pese a tener mayoría en ambas cámaras, la diversidad ideológica al interior de su partido ha sido un freno.

El futuro de varios proyectos propuestos por la gestión de Bachelet dependerá de que gane la centroizquierda (el sector que la respalda) o la derecha (que apoya a Piñera).

Bachelet logró legalizar la unión entre parejas del mismo sexo y despenalizar el aborto en tres causales. Entre sus pendientes dejó a medio tramitar el proyecto de ley de Identidad de Género y el de matrimonio igualitario.

La conservadora Unión Demócrata Independiente, que forma parte de la coalición que respalda a Piñera, rechaza el matrimonio igualitario y ha sugerido su intención de modificar la ley de aborto.

El principal desafío del próximo mandatario chileno será reactivar el crecimiento económico y la inversión privada. Asimismo, deberá solucionar las inquietudes de los estudiantes sobre la gratuidad de la educación y mejorar el sistema de pensiones.

Según la Fundación Sol, una ONG local especializada en estudiar la desigualdad, Chile es uno de los países más desiguales de la región: 20 por ciento de la población concentra 72 por ciento de la riqueza del país y mientras que 11 millones de personas sólo pueden acceder a la salud pública, únicamente 1.9 millones de chilenos tienen recursos para atenderse de manera privada.

Aunque el ingreso per cápita supera los 24 mil dólares, una encuesta oficial que mide la pobreza multidimensional, que considera ingresos, escolaridad, salud, jubilación, nutrición, dice que tres de los 17.3 millones de chilenos califican como pobres (lo que equivale a 20.9 por ciento de la población).

FV/I