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Jiménez escribe su historia

Probablemente en esta columna ya hayan leído sobre Alejandra Tigre Jiménez, campeona de peso Completo por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Es una mujer originaria de la Ciudad de México y si viene a tema es porque el 25 de noviembre hará su tercera defensa titular (y su cuarta pelea en este 2017).

Valga destacar que su legado ya es histórico por el hecho de ser la segunda campeona de peso Completo mexicana. También es la tercera persona en Latinoamérica en ostentar un título en esa división (detrás de John Ruiz y Martha Salazar), pero debido a que el boxeo femenil apenas tiene su primera ola de atención y aceptación, es difícil que el aficionado común sepa de ella y su ascenso se ha vuelto difícil.

Entre más peso se complica encontrar rival, porque de por sí hay pocas boxeadoras comparadas con el número de boxeadores que existe. Tan así que casi nadie sabe que Martha Salazar es la primera mexicana campeona de peso Completo, originaria de Ocotlán, Jalisco. Sin embargo, dado que la mayor parte de su carrera la desarrolló en Estados Unidos, incluso organismos del boxeo la consideran estadounidense.

También tiene que ver que apenas los promotores voltean a ver el boxeo como negocio, alejados ya de aquella idea de que las mujeres no deberían boxear (Bárbara Buttrick, pionera del boxeo, se reiría en la cara de quien diga eso) y han confiado en dejar que las féminas encabecen carteles que de hecho llenan y venden.

Alejandra Jiménez ha encontrado su espacio con Cancún Boxing, pues fue la promotora que tuvo la idea de hacer que la capitalina liderara el cartel en el que le quitó el cinto de peso Completo a Martha Salazar en 2016.

Además, Alejandra enfrenta la crítica ignorante de quien le dice gordas a sus rivales o que Jiménez pelea con puros costales. Quien conozca la carrera de Jiménez o de su última rival, Vanessa Joanise Lepage, ha visto sus entrenamientos y en caso de Lepage, su historial de ciclo olímpico, entonces sabría que “ser gorda” es algo irrelevante porque su técnica de boxeo es tan educada como la de cualquier campeona, y más aún, de la de cualquier especialista de escritorio.

Aun así, a base de golpes y un poco de “me vale un cacahuate”, está labrando su legado en la historia del boxeo femenil mexicano y mundial.

@AleczTrujillo

JJ/I