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Se aventura en una novela controversial

Punto y aparte. La autora admite que su tema podría confundirse con el abordado en la clásica novela Lolita, pero reconoce que es una variante muy distinta. (Foto: Especial)

Romper los modelos cotidianos del comportamiento humano es parte de la consigna del nuevo libro de la escritora Gabriela Torres Cuerva, publicado recientemente por Paraíso Perdido, Nunca antes de la cuatro. Su primera novela: casi de una manera continua, Gabriela había escrito sobre todo cuentos.

“Es un tiro al aire, porque es un tema muy provocador que ya ha despertado una polémica interesante, por un lado, y por otro lado es una novela incómoda”, contó la autora. “En esa gama de sensaciones me encuentro y ha provocado cosas que se veían venir por el tema. Disfruto mucho la conversación post escritura”.

La aventura de esta historia trata de un triángulo amoroso entre la pareja de un hombre adulto, una joven adolescente y una niña. “Yo en ningún momento estoy de acuerdo con que esto ocurra, es como un grito de soledad, de desamparo y de miedo que llevan a que se tejan este tipo de relaciones y que tienen una trascendencia en que el fondo no deja de ser amoroso”, contó.

Pese a que el tema parece abordarlo, estos personajes no tienen nada que ver con Lolita. “Con todo lo que admiro a Nabokov y a su obra esta historia no tiene esa intención, no hay un deseo dirigido tanto hacia a la adolescente, sino hacia la niña, lo que lo hace todavía más perverso, su relación con la adolescente es más como de eslabón para llegar a la niña, no tiene nada que ver con una Lolita, pero sí con una postura de dejar algo, de no pertenecer a nadie, no tener familia, afectos o una mano para sostenerse y te agarras de lo que haya”.

Hace algunos años Gabriela Torres Cuerva trabajó haciendo libros para otros en Comunica México, fungiendo como un escritor fantasma para historias que sus autores reales no tienen la capacidad de expresar de manera escrita por alguna razón y para gente que busca que alguien escriba. Así fue como hace dos años llegó a ella una historia parecida a la que escribió.

“Era una niña pequeña que tenía devoción por su maltratador, con el oficio que yo desempeño en la organización llegué a esta historia, y ahí se quedó rezagada en mi memoria, con todo permiso del autor que la expresó como un punto más de muchos que vendrían en la novela. Sí es una cuestión real, pero con mucha ficción alrededor”.

Desprenderse de lineamientos morales para meterse en el pellejo de los personajes fue uno de los retos más grandes de escribir esta historia. “Yo creo que siempre lo que aparentemente se ve bien por dentro tiene fisuras, cuando vemos agua dulce por dentro están nadando los tiburones”.

La idea era exponer de manera directa una situación que se da tanto en México como en Latinoamérica, algo que ocurre más frecuentemente de lo que pensamos, es algo que está ahí, pero los niños, dice Cuerva, pocas veces se atreven a denunciar porque se burlaran de ellos o no les creerán.

“Traté de quitar todo eso de encima para que no me interrumpieran en la apreciación directa de todo lo que está ocurriendo con los personajes. Ponerme en su lugar y en el de sentir solamente, y no pasar para nada en un lineamiento moral y ético. Sin juicios morales”.

Abrirse paso, pues en el nauseabundo subterráneo en que viven y conviven los personajes, llenos de celos, un punto especial al triángulo que lleva a que ocurran muchas cosas en la novela, son un eslabón. El afán de poseer, de ser poseído.

Uno de esos personajes ahora formará parte de la próxima novela de Torres Cuerva, que ya está escribe, así que deja por lo pronto el cuento. La autora jalisciense contó que sin embargo este personaje tiene mucha más independencia emocional y encuentra mucha más fuerza en su interior.

Mientras tanto Nunca antes de las cuatro ya se encuentra en varias librerías de la ciudad así como en la web de Paraíso Perdido.

“Ponerme en su lugar y en el de sentir solamente, y no pasar para nada en un lineamiento moral y ético. Sin juicios morales”
Gabriela Torres Cuerva, escritora

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