Los diez escritores latinoamericanos más longevos

En una charla durante la Feria Internacional del libro de Guadalajara, el escritor norteamericano Paul Auster dijo que la inspiración, o ese motor, como le quieran llamar, que detona la escritura, no se había apagado durante los años y que ahora, alrededor de sus 80 años, tiene más ganas que nunca de vivir, y por lo tanto, de escribir.

La vejez es para muchos una nueva arma secreta dotada de la mejor de las experiencias y la facilidad de la palabra que da la práctica en lo que, para muchos, más que el final es una nueva etapa en sus carreras.

Con el temor de olvidar a muchos, porque elegir es siempre discriminar, aquí una lista de 10 escritores latinoamericanos que siguen en pie de guerra no sólo frente a la vida, sino frente a la palabra.

Nicanor Parra - 1914

El poeta chileno Nicanor Parra sumó 103 este año. Antes de cumplirlos decidió mudarse el pasado septiembre a su casa del barrio santiaguino de La Reina, donde ahora reposa y reflexiona acerca de su vida, lo escrito, lo publicado, lo dicho y lo no dicho.

Sus poemas o, mejor dicho, antipoemas, siguen de pie tan vivos como el primer día y el legado de Parra durará, con seguridad, al menos otros 100 años.

Ernesto Cardenal - 1925

El poeta nicaragüense ahora se ha dedicado a descansar y a mirar hacia atrás los caminos de su vida.

Las enseñanzas del poeta, sacerdote, teólogo, escritor, traductor, escultor y político nicaragüense siguen vigentes. A sus 92 años es uno de los escritores más destacados de su época y ha recibido múltiples premios por su obra.

Por sus pensamientos liberales aun dentro del catolicismo, Cardenal también es conocido por luchar contra la dictadura nicaragüense de Somoza.

Amparo Dávila - 1928

La reina mexicana del terror quizá no siga publicando tantos libros como quisiera, pero ni falta le hace. La autora zacatecana de cuentos tan maravillosos, fantásticos y espeluznantes sin embargo sigue en pie, sobre todo gracias al recién inaugurado (hace un par de años) premio a la escritura fantástica que lleva su nombre y del que, se sabe, es una de las más fervientes buscadoras de fondos.

Amparo Dávila también sigue leyendo y como ella misma enfrentó, sigue buscando la igualdad de condiciones para las mujeres que escriben. En febrero del próximo año, Amparo cumplirá 90 años. Recientemente fueron publicados sus cuentos y su poesía completa en la editorial del Fondo de Cultura Económica.

Eduardo Lizalde - 1929

Tigre, tigre. El poeta mexicano Eduardo Lizalde fue homenajeado este año con uno de los premios más importantes de reconocimiento por su trayectoria enorme y por la fuerza de sus poemas, el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Español. Al otorgárselo, el jurado mencionó que Lizalde es el poeta mexicano más importante vivo.

El autor de 88 años no ha perdido la firmeza de la voz con la que recita Tigre, tigre y la historia de Algaida. Memoria sobre el paso de su vida en un barrio pobre.

Margo Glantz - 1930

Nuestra más grande estudiosa de Cervantes sigue en pie de guerra escribiendo novelas furiosas sobre el paso del tiempo a sus 87 años y sus cambios en el cuerpo y en la mente. A Margo Glantz no le apena subir el tono y menos que menos subir la voz para reclamar aquello que las escritoras se han ganado a pulso: el mismo reconocimiento que los varones que escriben.

Recientemente galardonada con el Premio Alfonso Reyes, la escritora, profesora e investigadora es una amante de las redes sociales. Sus cientos de seguidores en Facebook y Twitter siguen sus aventuras y sus memorias como si de un nuevo libro se tratara.

Elena Poniatowska - 1932

Poniatowska parece tan frágil y pequeña cuando habla frente a los micrófonos que sorprende a todos con la lucidez de su crítica y sus demandas a las nuevas generaciones para que sean los guardianes de la igualdad y de la paz de un país que ella misma ha visto arder hasta sus últimas consecuencias.

La periodista y escritora sigue editando sus más grandes obras, muchas de las cuales se han dedicado a recuperar la memoria de grandes mujeres en el país. Tina Modotti, Leonora Carrington y Guadalupe Marín son algunas de las más recientes.

Sergio Pitol - 1933

A pesar de su estado de salud, por el que muchos se preocupan, el escritor, viajero y diplomático mexicano, a sus 84, recuenta sus glorias y su lucha en favor del lengua que cosecharon entre otros triunfos el Premio Cervantes de Literatura.

Sergio Pitol nació el 18 de marzo de 1933 en Puebla, pero desde los cuatro años se trasladó al ingenio veracruzano El Potrero, tras la muerte de su padre. De ahí que constantemente se le relacione como un escritor veracruzano que adoptó el puerto también como uno de sus recurrentes escenarios en su obra.

Fernando del Paso - 1935

A sus 82 años, podemos decir que Fernando del Paso, quien es quizá el mejor de los escritores mexicanos vivos, se ha recuperado de todos los golpes que le dio la vida y se ha regocijado con las caricias que le regala.

La más reciente la pérdida del habla por un derrame cerebral que recuperó releyendo Noticias del Imperio, su novela más notable.

Los lectores lo aman porque sigue apareciendo en actos públicos, haciendo lecturas frente a jóvenes lectores y visitando teatros, la Feria Internacional del Libro y la biblioteca que dirige, la Iberoamericana Octavio Paz. Con fortuna tendremos Del Paso para muchos años más.

Angelina Muñiz–Huberman - 1936

La escritora mexicana y crítica de literatura no se ha cansado de leer cosas nuevas. Su visión aguda y sin concesiones la hacen una de las lectoras obligadas para quien quiera publicar un nuevo libro.

La autora de origen español, nacida en Francia y mexicana de adopción, también le dedica todo el tiempo a sus nuevas obras, muchas de las cuales están inspiradas en el exilio porque es una de las preocupaciones más vigentes en su trayectoria pero también en el tiempo en el que vivimos.

A sus recién cumplidos 80, vive lúcida y enamorada también de las historias, aún después de contar con más de 50 libros publicados.

Nélida Piñón - 1937

Nélida Piñón sigue publicando, sigue viajando y sigue explorando los amores y virtudes, los vicios y los horrores de los viajes de su vida.

La escritora brasileña, miembro de la Academia Brasileña de Letras acaba de cumplir los 80 y no se siente lejana a los temas que una vez ocuparon su escritura.

“¿Qué es contemporáneo? Yo soy contemporánea, no estoy muerta, pero soy arcaica. Nadie me puede soterrar”, ha dicho de sí misma.

JJ/I