90 años sin Lorentz

Lorentz y Fitzgerald, para dar explicación al experimento de Michelson, propusieron una hipótesis audaz, que consistía en considerar que los cuerpos disminuyen su longitud en la dirección del movimiento.

   Fidel Castro Díaz-Balart; Espacio y tiempo en la filosofía y la física, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1988, p. 70

 Cuando la Facultad de Ciencias de la Universidad de Guadalajara (UdeG) aún funcionaba en el conjunto sito en la confluencia de Corregidora y Boulevard García Barragán, tuve el privilegio –junto con otros compañeros de la Licenciatura en Física– de ser uno de los primeros alumnos de la UdeG del Prof. Dr. Nicolai V. Mitskievich, un muy destacado graduado de la Universidad M.V. Lomonósov de Moscú y el mejor relativista en la planta profesoral de la peculiar Universidad Patricio Lumumba, quien nos inició en las curiosidades de la Teoría de la Relatividad (TR) en un curso que por cuestiones burocráticas llevó el nombre de Introducción a la Astrofísica.

Una de las primeras clases dedicadas a los antecedentes de la TR abordó el equivalente relativista de las Transformaciones de Galileo (aquel cambio de sistema de coordenadas que facilita el estudio del movimiento): las Trasformaciones de Lorentz y cuando mencionó el apellido del muy célebre físico holandés fue enfático al decirnos que no lo confundiéramos con el también físico, pero danés, Ludvig Valentin Lorenz (1829-1891), quien hizo importantes aportaciones desde la teoría electromagnética para entender la naturaleza de la luz.

Hendrik Antoon Lorentz (1853–1928) propuso un sistema de ecuaciones para describir la propagación de la luz desde diferentes sistemas de referencia, era la época en la que se pensaba existía el éter, una sustancia sutil que permitía a la radiación electromagnética (la luz una de sus manifestaciones) viajar a través del espacio, un experimento exitosamente fallido fue el diseñado y realizado por Michelson y Morley para probar su existencia, los resultados fueron negativos y en ese contexto se propone lo que ahora conocemos como contracción de Lorentz-Fitzgerald, dichas ideas fueron apoyo indispensable para la Teoría Especial de la Relatividad de Einstein; Lorentz murió el 4 de febrero de 1928.         

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