Sedena asegura narcolaboratorio

Personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) localizó y decomisó ayer un narcolaboratorio donde se elaboraban drogas sintéticas en Tecalitlán. Al momento de asegurarlo, el sitio –enclavado en la sierra, al fondo de un valle– estaba vacío.

Militares del 79 Batallón de Infantería de Tecalitlán hallaron el laboratorio, el cual se encuentra en un terreno de 200 por 100 metros; laboraban en promedio 15 personas en el lugar, según la Sedena.

En un campamento dispuesto en instalaciones rústicas, el narcolaboratorio estaba dividido en tres módulos dispuestos para la producción y el almacenamiento de enervantes. En estas áreas se localizaron seis contenedores metálicos para la producción de droga, los cuales generaban entre 20 y 30 kilos de narcóticos por semana.

El teniente coronel de artillería diplomado del Estado Mayor y subjefe de la de Decimoquinta Zona Militar, José Villafaña Ortiz, destacó que el narcolaboratorio es uno de los más grandes que la región castrense haya asegurado en los últimos años.

Entre las sustancias aseguradas se especificó el hallazgo de ingredientes como sosa cáustica y ácido tartárico, entre otras. También se decomisaron ollas, tambos y bidones de diversos tamaños empleados en la elaboración de drogas.

Se destacó que, para la producción, los fabricantes no empleaban cilindros de gas como en otros narcolaboratorios asegurados, sino tanques estacionarios. Esto supuso una mayor capacidad de producción de drogas sintéticas.

Villafaña Ortiz precisó que el hallazgo fue posible luego de un recorrido de vigilancia por el rancho El Jaral, lugar donde agentes advirtieron un basurero que los llevó al campamento, ya abandonado.

Los trabajadores del lugar dormían sobre el suelo, en campamentos dispuestos con cobijas y techumbre de plástico. El militar mencionó que el sitio, pese a las condiciones elementales, estaba tecnificado y en éste existía una cadena productiva eficiente donde, incluso, se laboraba en dos turnos.

Para alimentarse, había un área acondicionada como cocina con café soluble y algunos aderezos y botellas de refresco. Las instalaciones sanitarias consistían en un área de letrinas.

El 24 de enero, la Sedena aseguró otro narcolaboratorio en Yahualica de González Gallo. Los implementos decomisados en ese evento incluyeron un bidón con sustancias, hieleras, un refrigerador y una báscula.

Hacia el 9 de febrero, en Jilotlán de los Dolores, en el rancho El Coral, el Ejército decomisó otro narcolaboratorio; ahí se hallaron seis cabañas, cubetas, tambos y contenedores.

En todos los hallazgos, la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) inició las investigaciones pertinentes.

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