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¡Se cayó el helicóptero!

La caída del helicóptero de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), luego del temblor del viernes pasado, mostró la forma de abordar situaciones graves por parte de diversos actores políticos.

A partir de lo presentado en los medios televisivos, contrastan dos actitudes: la del presidente municipal de Santiago Jamiltepec, Oaxaca, Efraín de la Cruz Sánchez, y la del secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida.

A raíz del terremoto del viernes pasado, CNN entrevistaba en vivo al presidente municipal cuando éste gritó: “¡se cayó el helicóptero!”. Sin responder preguntas, el funcionario expresaba su angustia e inmediatamente después gritaba para que los vehículos disponibles atendieran la emergencia. Luego colgó el teléfono.

Minutos después, cuando la televisora retomó el contacto, el alcalde narraba su alarma ante la pérdida de las vidas de niños, padres de familia y mujeres de su comunidad.

Prácticamente entre ambas llamadas, el noticiero de Televisa también daba cuenta de los hechos, porque uno de sus reporteros viajaba con los altos funcionarios. Inmediatamente contactaron al secretario de Gobernación, quien habló del accidente sin dar detalle alguno, pero afirmando que no había habido consecuencias mayores.

Lo anterior da lugar a varias preguntas: ¿el único responsable fue el piloto del helicóptero?, ¿las condiciones de aterrizaje, visibilidad, riesgo para la población en tierra, fueron consideradas por parte de quienes tomaron la decisión de aterrizar?, ¿quién o quiénes lo decidieron?

Suponiendo que lo mejor para Jamiltepec fuese que se presentaran el gobernador y el secretario de Gobernación: ¿era lo mejor ir en helicóptero cuando estaban a 30 kilómetros de Pinotepa?

La cuestión no es sólo en torno a la responsabilidad sobre los deudos de la tragedia y hasta por los costos del derrumbe. La cuestión es la de cómo actúa un funcionario ante un acontecimiento en el que la vida de los importantes políticos que viajaban en el helicóptero parecía ser lo relevante ante la tragedia de la muerte de los pobladores.

El presidente municipal dejó a un lado lo que posiblemente fue la entrevista más difundida que haya tenido, para ir al sitio del accidente y atender a su población.

Presenciar ambas actitudes me hace preguntar: ¿qué significa estar preparado para asumir una responsabilidad pública y quiénes realmente lo están?

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JJ/I