INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Inseguridad e inflación

La actividad industrial en México durante el pasado año se redujo en 0.6 por ciento en términos reales, mientras la industria minera reportó números negativos, con 9.8 por ciento a la baja, lo que evidencia la vulnerabilidad de la economía nacional para este 2018.

La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) estima que la inseguridad, las alzas en las tasas de interés y el aumento en las tarifas eléctricas, son los mayores problemas en el sector, a lo que se suma la incertidumbre sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la devaluación, todo lo cual crea un cóctel de presión inflacionaria.

Así, la desaceleración económica registrada en 2017, con sólo un 2.1 por ciento de crecimiento, el más bajo del sexenio, presiona el 2018 en el que los augurios oficiales esperan un alza de 2.5 por ciento en el año, que será difícil de alcanzar.

La esperanza oficial es que el sector servicios y el agropecuario sigan a la alza, pero de nuevo la inseguridad pública y la inflación se presentan como nubarrones, en un año en el que todos están pendientes de los comicios y sus inciertos resultados.

El año electoral imprime una mayor volatilidad a los mercados y esto limita también la inversión, al imponer cautela para el arranque de nuevos proyectos, toda una complicación para el 2018.

 

AHORROS

Cada vez se ve más lejano un buen término para las renegociaciones del TLCAN, se estima que aun cuando se lograra mantenerlo, sus nuevas condiciones no serán favorables para los intereses de México, ni siquiera para la industria automotriz, la de mayor crecimiento en los últimos años.

A pesar de que en la pasada reunión interparlamentaria México-Canadá los legisladores de ambos países se comprometieron a seguir juntos en las renegociaciones del TLCAN, lo advertido por el presidente del senado mexicano, Ernesto Cordero, de evitar caer en negociaciones bilaterales, es un real riesgo.

Los temas por resolverse son los verdaderamente importantes, especialmente las reglas de origen, que definitivamente no se mantendrán como están en el actual acuerdo y cualquier cambio será en perjuicio de México y la captación de nueva inversión.

Lo cierto es que del nuevo Tratado de Libre Comercio saldrá lo que Estados Unidos quiera, si quiere y le conviene, de acuerdo a una sola visión, la de Donald Trump.

[email protected]

@salvador_mtz

FV/I