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Incomodar al lector: Lola Ancira

Exploración. Con este libro, la autora mexicana se adentró a tocar temas y personajes nuevos en su narrativa. (Foto: Especial)

La idea de un linaje maldito, donde los personajes femeninos mueren o desaparecen de formas misteriosas y los masculinos enloquecen, fue la imagen núcleo del proyecto que desarrolló la escritora mexicana Lola Ancira, originaria de Querétaro, para la beca Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), mismo que fue aceptado en 2014.

Esta reunión de historias que se balancean entre el terror y la tensión se desarrolló en el libro El vals de los monstruos, publicado recientemente por el Fondo Editorial Tierra Adentro y que se presentará en Palíndromo este jueves.

NTR. ¿Cómo construyes las tramas de tus textos?, ¿dirías que es una respuesta o una hipótesis a tus propias inquietudes de esa parte desconocida del ser humano, tus propios terrores?

 Lola Ancira (LA). Por supuesto, se basan en terrores, fijaciones, obsesiones o manías e inquietudes propias. Me interesaba tratar de descubrir sus orígenes, comprenderlos de algún modo y mostrarlos para que alguien más se reflejara en ellos.

NTR. Pareciera que de todos los horrores que somos capaces de imaginar, los que más nos perturban o paralizan son de los que son capaces los seres humanos, ¿cómo es para ti seguir explorando esas sombras posibles?

LA. Analizar la sucesión de hechos posibles que desembocan en situaciones o escenarios extremos que muestran los horrores de los que somos capaces, cómo un ser humano aparentemente normal puede actuar de formas atroces, bestiales, me ayuda a entender lo inexplicable, o tratar de hacerlo.

NTR. En otra entrevista decías que, por ejemplo, de Poe te gustaba que por más trágico que fuera, en realidad le escribe a la belleza, ¿dirías que pasa lo mismo con tus textos?

LA. Sí, pero me enfoco más en el amor distorsionado al otro: debajo del espanto yace el afecto cruel, una aciaga adoración.

NTR. Pensando en todos los elementos necesarios para que un texto breve cierre su ciclo o cumpla su cometido, ¿qué es lo que más disfrutas de este formato? Y, ¿hay una forma, una tradición o un hábito que se repita cada vez que vuelves a escribir?

LA. Lo que más disfruto del cuento es precisamente su concisión. Uno de mis hábitos es tener fija la imagen que quiero mostrar sobre el alma humana, una idea precisa que quiero plasmar en el lector. A partir de ahí, comienzo por trabajar el final, después sigo con el inicio y el desarrollo. La construcción se da a partir de esa imagen fija que es el centro de la trama de la historia: a partir de pensar el camino que deben seguir los personajes para llegar a ella comienzo a desarrollar la intrincada dirección que los guiarán hasta el punto clave.

NTR. En este libro los umbrales hacia la violencia y sus posibilidades son un elemento, por lo que entiendo, crucial, ¿qué decisiones fueron importantes para ti al abordarlo?,

LA. Me interesaba mostrar límites que antes no había abordado, trabajar con personajes que antes no habían aparecido en mi narrativa, como niños y animales en situaciones de vulnerabilidad. Busqué trabajar nuevos aspectos psicológicos moldeando a mis personaje según la angustia que buscaba relatar, retarme e incomodarme y, a la vez, retar e incomodar al lector.

ASISTE

El vals de los monstruos se presentará en el centro cultural Palíndromo (Juan Ruiz de Alarcón 233) este jueves 4 de abril a las 20 horas

JJ/I