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Eugenio Caballero, la mente detrás de ‘En casa con mis monstruos’

(Foto: Cortesía)

Imagina que tienes el deber de crear una casa enorme, donde se encuentren los seres fantásticos que salieron de la mente de alguien. Ahora imagina que esa mente es la de Guillermo del Toro, el cineasta tapatío que ha hecho de los monstruos sus mejores amigos.

Esa labor es la que ha emprendido Eugenio Caballero durante los últimos meses, una vez que el propio Del Toro depositó su confianza para que fuera él quien le diera un espectacular encanto a la muestra En casa con mis monstruos, que se presenta de forma única en el Museo de las Artes (Musa) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), del 1 de junio al 27 de octubre de este año.

Este diseñador de producción mexicano es reconocido por haber ganado el Oscar, el Ariel y otros tantos premios más por la dirección artística que realizó en El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro; y también recordado por haber diseñado la inauguración de los Premios Paralímpicos de Invierno en Sochi 2014 y el espectáculo Luzia, del Cirque Du Soleil.

Más recientemente, Caballero fue el encargado del diseño de producción en la película Un monstruo viene a verme (2016), del director Juan Antonio Bayona, y fue el genio detrás de la recreación de la nostálgica Ciudad de México de los años 70 en Roma (2018), de Alfonso Cuarón.

Con esa sensibilidad para recrear atmósferas que conmueven y fascinan en las pantallas y los escenarios, Caballero no ha escatimado para que el Musa sea un lugar místico donde convivan los monstruos del cineasta tapatío.

Entre cajas que guardan piezas provenientes de Estados Unidos, Ciudad de México y Guadalajara, el director de arte comentó para La gaceta de la UdeG que está emocionado de ser el curador de una de las muestras más esperadas en México; pues el reto, considera, es que la obras que se presentan tengan un diálogo en torno al anfitrión de esta casa, Guillermo del Toro.

“Partimos de la casa de Guillermo porque todas la piezas de la colección ‘viven’ ahí. Su casa tiene una estética particular, que es punto de partida en cuanto a colores y materiales que se van desdoblando en una especie de laberinto al interior del Musa. Tenemos nueve salas temáticas: Infancia e inocencia; Victoriana; Cuarto de lluvia; Magia y ocultismo; Muerte y más allá; Cómics, cine y pop; Frankenstein; y Los monstruos, por nombrar algunas”.

“El diablo está en los detalles”

Bien lo dice el refrán, y en esta ocasión no es la excepción: cada uno de los mil 800 metros cuadrados de la exposición tiene el visto bueno de Caballero y Del Toro. El público podrá admirar más de 950 piezas entre las que están esculturas de sus personajes, vestuarios, pinturas de grandes artistas mexicanos, objetos que son guiños a las películas de Del Toro, así como homenajes a grandes maestros del terror y objetos cotidianos que forman parte de la vida del director, harán de En casa con mis monstruos una experiencia inigualable.

 Lo que se ve se disfrutará, pero lo que se escuchará al interior del MUSA, también, promete el curador, quien asegura que “la exposición se disfruta si eres fan de Guillermo, pues encontrarán miles de guiños a todo este universo complejo”. Sin embargo, y pese a que los monstruos son los protagonistas, la intención no es que la gente salga pavorida. 

Mostrarán sus musas: el terror y el arte

En la inspiración no hay culpa, pues ésta se puede encontrar desde el arte más elevado hasta lo popular. En casa con mis monstruos buscará que los asistentes conozcan cómo Del Toro transita de manera cómoda en diferentes entornos y atmósferas, donde recaba ideas y se inspira en todo momento.

“La columna vertebral de esta exposición es la visión como creador de Guillermo. Tenemos tres ejes que se entrecruzan: Guillermo como ávido coleccionista, pues tiene piezas hermosas de autores que le han inspirado y que esa columna es una metáfora de la inspiración. Luego tenemos a Guillermo como creador, y para eso traemos piezas que pertenecen a él, que son el arte conceptual de sus películas, esculturas de sus personajes, pero también vestuarios; trajimos objetos muy bonitos que aparecen en El laberinto del fauno, en La forma del agua, que de alguna manera te meten a la pantalla y sientes que estás del otro lado”, comparte entusiasmado Eugenio Caballero.

Y como la construcción del imaginario de Del Toro no podía concebirse sin el trabajo de otros grandes del arte plástico, el tercer eje de En casa con mis monstruos está  conformado de obras provenientes de museos a cargo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

“Hemos tratado de hacer esta especie de comparativos, juegos y diálogos. Un dibujo del director James Cameron, de Alien, está cerca de un paisaje hecho por José Clemente Orozco, y funcionan muy bien juntos. O está Chet Zar, un artista norteamericano que le gusta mucho a Guillermo, al lado de la pintura de La bruja, de Francisco Goitia. O unos dibujos del ajolote, de José María Velasco, junto con la criatura de La forma del agua”.

Quienes formen parte del recorrido de dos horas, en el Musa, también podrán ser testigos del proceso creativo de los monstruos de Del Toro, ya que verán cómo es que parte de un dibujo se convierte en escultura y luego en personaje. “También se exponen seis video temáticos en los que se ve cómo juegan los insectos, cómo son los espacios en la obra de Guillermo, etcétera”.

“Hay piezas que no imaginaba que estuvieran en su mundo, tiene una gran colección de dibujos originales de películas de animación más relacionadas con niños, que son los cimientos de sus personajes. Lo que más me sorprendió es la coherencia de su mundo, entre más te metes, si ves su cine, sus entrevistas, lees lo que ha escrito, te das cuenta de que esa coherencia es muy sólida”, dice.

Para Eugenio Caballero la dirección de arte implica hacer que todos los elementos de la exposición sean pertinentes y en conjunto logren tener un diálogo entre sí; pero, en este caso, también es lograr abrir las puertas de la casa de Guillermo del Toro, pues es él quien cohabita con muchas de las piezas.

“Todo esto es parte de la vida de Guillermo, él dibuja en medio de una habitación con 200 objetos, cada uno tiene su propia historia y lógica”. Iván Serrano Jauregui

JJ