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Muertes en el boxeo

En la semana que recién pasó han fallecido dos boxeadores a causa de las heridas sucedidas en combate.

El primero, Maxim Dadashev, peleó el viernes 20 de julio. Su rival, Subriel Matías, fue feroz en el ataque y el ruso lo resintió.

El entrenador de Dadashev detuvo el combate en el 12º round y lo llevaron a los vestidores. Un coágulo se alojó en su cerebro. Lo operaron para retirarlo. Fue inducido a un coma para aliviar la presión. Su corazón no resistió y sufrió un paro. Falleció el martes por la madrugada.

El jueves por la mañana se hizo público el deceso de Hugo Santillán, boxeador argentino que se desvaneció mientras escuchaba que su pelea acabó en empate.

Lo mismo que con Dadashev: coágulo, cirugía, coma inducido… también sufrió dos paros y no resistió más.

Evidentemente en un deporte de contacto en que 80% de los impactos van a la cabeza, el riesgo de sufrir una lesión grave es real y muy alto. Sin embargo y sin que en este espacio se trate de culpabilizar a alguien, sí deben existir varios lineamientos que reduzcan en medida de lo posible los riesgos.

Si bien Dadashev pidió que lo dejaran continuar, de su esquina le indicaron no seguir. Santillán tenía apenas un mes de su último combate. Sin que se señale que esas fueron las causales de sus muertes, sí son factores a considerar porque elevan el riesgo.

Una de las cosas que se deben cuidar especialmente es el corte de peso. 70% del cuerpo humano es agua, el corte de peso, al final, en gran parte es deshidratación. Pero ese mismo líquido es necesario dentro del cráneo para mantener al cerebro en óptimo estado. Al secar el cuerpo, también se seca la cabeza, lo cual puede acrecentar los daños en caso de un accidente en la cabeza.

No hay una regla clara ni unificada sobre cuánto tiempo debe pasar entre una pelea y otra. Hay boxeadores que bajan del ring en un estado decente un día y se agendan una próxima pelea en menos de un mes. Recordemos que el castigo en el box es acumulativo. Hay que aprender a elegir las batallas.

Saber cuándo ya no seguir: tanto en el reglamento de los réferis como en las esquinas. Los réferis son víctimas de críticas cuando detienen un combate que podría haber durado más y se los comen igual cuando los detienen después y alguien sale herido. Pero siempre, siempre será mejor un combate detenido un minuto antes que un segundo después.

Si bien es cierto que el boxeo es un deporte en solitario, pero el trabajo lleva un equipo entero. Aunque el boxeador diga que sí puede seguir. Mejor una equis en el récord que una cruz en el panteón.

@AleczTrujillo

JJ/I