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Intercambia rituales en regaderas


El baño en la casa de Larissa Garza se ha convertido en una especie de estudio. Su regadera está llena de varios instructivos impresos en hojas verdes enmicadas que pegó alrededor de los azulejos. Son instrucciones que otras personas escribieron para ella y su pieza (regaderas), que aborda en la acción la importancia de esos rituales a veces diminutos y personales en donde todo alrededor se apaga y no queda más que el contacto con el cuerpo y el agua.

Como en el grueso de sus obras, en (regaderas) el diálogo con el otro, el que sucede después en la charla y la reflexión sobre este oasis, es crucial. En la obra, Larissa les pide a los demás que escriban instructivos sobre sus rituales que luego sigue minuciosamente. En otra parte del proyecto ella misma deja entrar a los demás en su regadera y así continúa el ciclo con jabones sanadores que invitan al otro a poner atención.

NTR. ¿Cómo surgió la idea de intercambiar, específicamente, ese instante en la regadera?

Larissa Garza. Para mí bañarme siempre fue una forma de reiniciar el día, y un día platicando con alguien mencionó que ese era mi ritual, mi forma de desconexión, a veces lo hago dos veces al día. Nunca lo había pensado de esa forma, pero tuvo todo el sentido. Tiene que ver un poco con una pieza anterior, donde hice instructivos para picnics para los otros: esta cosa de los paréntesis de la vida donde podemos bajar la velocidad para voltearnos a ver, tanto a las otras personas como hacia adentro, para estar en un estado más consciente y centrarnos. Los picnics tenían que ver con conectarse con personas cercanas y en este caso con uno mismo y con el cuerpo. Decidí hacer un tour porque me interesaba compartir lo que estaban haciendo otras personas en el baño y me di cuenta de que mucha gente piensa que no hace nada en especial, pero basta reflexionar un poco que este es un espacio súper íntimo, que nadie más va a ver, donde no hay celulares ni conversación, tal vez cantas y estás ahí con tu cuerpo.

NTR. A primera vista parece que la obra ocurre después, cuando reflexionas y registras ese momento al final del baño, pero en muchos sentidos, la obra aún sin que se registre ocurre en el momento, como un performance...

Larissa Garza (LG). Tiene muchas caras, yo creo que empieza cuando el otro reflexiona y hace sus instrucciones pensando en sí mismo, en cómo hace algo que le parece tan mecánico y común. Luego ocurre cuando la ejecuto y luego lo hablamos. En la exposición más reciente de Otro Espacio hice una instalación donde reactivé un baño que estaba en desuso y recree elementos importantes de mi propia regadera, yo quería que se sintiera habitado y se sintiera distinto al resto del edificio, ahí las personas tenían que escribir sus rituales y llevarse un jabón que hice con plantas sanadoras. Ahí tampoco se acaba: la gente va a su casa y se lleva unas instrucciones que son fragmentos de mis instrucciones y las de las otras personas que visité. Una carta de amor de muchas cartas de amor. Me baño con todas estas voces, las energías de todas estas personas que dejaron sus rituales.

NTR. No es la primera pieza en la que dialogas sobre o con el otro de manera tan directa ¿esto siempre te ha parecido necesario en el arte?

LG. Me parece importante en todo lo que hago hablar con la gente y que haya un espacio de intercambio y de experiencia. Siempre ha estado en mi trabajo, me gusta hacer piezas participativas y colaborativas. Parte de lo que hago tiene que ver con lo documental la construcción de memoria, pero sobre todo de lo cotidiano, este proyecto surgió de una conversación aleatoria con una persona, en la vida está todo. La línea entre el arte y la vida es súper delgada y me gusta cruzarla, ni siquiera la veo como una frontera, está ahí para jugar. El otro obviamente es parte de. Las formas en las que nos estamos relacionando en el aquí y el ahora me intrigan, lo que nos rodea y nos condiciona, me parece importante que lo pensemos seriamente.

NTR. ¿Un poco es también desafiar esas formas, desafiarlas desde la bondad o la compasión?

LG. Buscar formas más suaves, apostarle a vernos diferente. Ya hay violencia en todos lados. Busquemos hacerlo diferente, conectarnos, voltearnos a ver, estar de otras maneras. Hay todo un contexto terrible, para mí es importante saber de qué forma podemos acercarnos y a lo mejor compartir tips para sentirnos mejor en la regadera. Hacer esos intercambios. Salirnos de la norma en la forma en que nos relacionamos y tratar de hacernos sentir mucho mejor.

PARTICIPA

La pieza de Larissa Garza continúa desarrollándose incluso en otras ciudades. Si quieres compartir tu ritual o conocer más del proyecto envía un mail a [email protected]

“Me baño con todas estas voces, las energías de todas estas personas que dejaron sus rituales”

Larissa Garza, artista

JJ/I