Morena: resurge o se hunde

Si algo demostraron los morenistas en su asamblea informativa del sábado es el enorme temor a la desunión, a la división, que saben que no sólo los debilitaría frente al partido en el gobierno, Movimiento Ciudadano, sino que los podría llevar a una derrota que los dejaría mal parados ante el lopezobradorismo que ha puesto especial atención para consolidarse en Jalisco en 2021.

La mayoría de los oradores del evento así lo manifestaron, pero los discursos del coordinador estatal de Morena, Hugo Rodríguez Díaz, y del ex candidato a la gubernatura Carlos Lomelí Bolaños pusieron de manifiesto que las diferencias internas no son simplemente como un “me vio feo”, sino que son hondas y requieren de un exhorto a la unidad antes de que lamenten las consecuencias.

Programadas para celebrarse el próximo sábado 12 las asambleas distritales –día de la Romería a la Virgen de Zapopan–, Rodríguez Díaz confesó que “queremos lo que nunca hemos tenido: un proceso interno democrático, limpio y transparente”; demandó: “queremos autodirigirnos sin que desde el centro nos ofrezcan línea…”; y arremetió en contra de los delegados que en su momento fueron enviados desde la capital del país, primero con el hoy gobernador electo de Baja California y entonces senador, Jaime Bonilla, y posteriormente con el hoy senador Alejandro Peña.

Hugo Rodríguez dibujó un panorama sombrío de lo que hoy es Morena y de lo que puede ser si fracasan en su intento de sacar un proceso interno limpio en la elección de su dirigencia. Vaticinó: “El panorama que se avecina es complicado, amenaza con tormenta y vientos huracanados, porque se han formado bloques políticos por la falta de cohesión que ha prevalecido en los últimos años…”. ¿Qué ha sucedido que durante el tiempo que lleva en la dirigencia no ha logrado la unidad necesaria? ¿Quién o quiénes son los que desde adentro se disputan el poder de un partido que vive bajo la sombra del apellido López Obrador?

Y mandó un claro mensaje para quienes le disputan el poder al frente de Morena: “Debemos entender que no es el momento de ambiciones personales (…). No debemos confundirnos, tenemos que dejar de lado la denostación, la injuria, los golpes bajos entre compañeros. No debemos ofrecer a nuestros adversarios una visión de telaraña donde observan nuestras ligeras (sic) diferencias”. ¿Ligeras? ¿De veras son “ligeras diferencias” cuando el propio dirigente conmina a poner fin a “la denostación, a la injuria, a los golpes bajos”? No puede hablarse de “ligeras diferencias” cuando se denuncian conflictos internos mucho más graves.

Las palabras de Lomelí Bolaños no fueron menos reveladoras de lo que Morena vive en su interior, cuando llamó “a quienes tienen diferencias ideológicas (sic) a que allanemos el camino, que las diferencias no sean mayores. Podemos decirnos mil cosas, (pero) busquemos la posibilidad del diálogo, de arreglar nuestras diferencias…”.

Aseguró Carlos Lomelí que su partido “saca cuerpo y medio a Movimiento Ciudadano en el estado” y señaló que desde Jalisco se desaparecerá a Movimiento Ciudadano en todo el país, pero cuesta trabajo creer que lo primero sea una realidad y que lo segundo lo puedan lograr cuando Morena a nivel nacional y estatal parece estar destinado a ser una réplica de lo que en su momento fue el Partido de la Revolución Democrática, con sus tribus, con sus divisiones, con sus ambiciones, y muchos de los que formaron parte de estas tribus están ahora en este nuevo partido y parece que no entendieron la lección.

La lucha encarnizada por la dirigencia nacional de Morena tiene repercusión en Jalisco donde los grupos que disputan el poder no están dispuestos a una tregua; lo lamentable es que los hilos de algunos de esos grupos los manejan desde la Ciudad de México.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I